Estaba por rendirse, pero un ladrido la ayudó a rescatar a un animal atrapado: “Era un viejito en estado deplorable”
Cuando ese día recibió un mensaje y un impactante video con un pedido de ayuda para un animal que estaba atrapado en las alcantarillas de la ciudad, jamás imaginó el desenlace que tendría la h...
Cuando ese día recibió un mensaje y un impactante video con un pedido de ayuda para un animal que estaba atrapado en las alcantarillas de la ciudad, jamás imaginó el desenlace que tendría la historia.
De inmediato se dirigió hasta el lugar y, mientras caminaba apresurada, llamó a dos amigas para que la asistieran en el rescate. Sin demasiada dificultad, las tres mujeres lograron ubicar la alcantarilla que mostraba la filmación. Sin embargo, dentro de ella, no se escuchaba ni veía nada.
Con la respiración agitada, Mariela Aguirre supo que tenía que hacerle caso a su instinto y continuar con la búsqueda. Por eso se comunicó con el Ente Proyecto de Defensas de Goya (PRO.DE.GO.), de la Municipalidad de Corrientes y se mantuvo firme en el lugar hasta que una cuadrilla se hizo presente y comenzó a trabajar para levantar las tapas de las alcantarillas.
“Pensamos que se había muerto”“Estuvimos una hora y media buscando, haciendo silencio y otra vez iniciando la búsqueda. Pensamos que lo habíamos perdido, que se había muerto o que se había movido para otra zona. Hasta que uno de los muchachos que estaba ayudando lo escuchó llorar. Al minuto exacto, desde otra alcantarilla, lo vimos pasar. Era un perro y cruzaba de un lado al otro por debajo del asfalto. Nos desesperamos", detalla Aguirre.
Metido en otra alcantarilla, uno de los muchachos finalmente lo alcanzó a agarrar y lo sacó. Todos gritaron de felicidad, aliviados. El animal “era un abuelito en un estado deplorable: minado de garrapatas de todos los tamaños. Sordo y prácticamente ciego”.
Nadie supo cómo había llegado allí ni desde cuándo estaba. “El milagro fue que alguien lo escuchara y poder sacarlo. Si eso no hubiera sucedido, el abuelito probablemente hubiera muerto solo, abandonado y en la tristeza”. Lo llamaron Lázaro y le prometieron que cambiarían su vida.
“Lo envolvimos en una sábana”“Como vimos que estaba minado de pulgas, garrapatas y toda clase de bichos, lo envolvimos en una sábana y lo llevamos a una peluquería amiga donde lo bañaron y lo higienizaron. Luego fuimos a la veterinaria donde lo revisaron y sacaron sangre para hacer laboratorio”, relata Mariela Aguirre.
Los resultados confirmaron lo que todos sospechaban: Lázaro cursaba un cuadro de anemia, necesitaba una buena alimentación, vitaminas y mucho amor para poder salir adelante. Además, se detectó que el perrito tenía la visión muy reducida y escuchaba poco. El médico veterinario le indicó unas gotitas para los ojos y vitaminas para la anemia.
Según el Manual MSD de veterinaria, la anemia se produce cuando hay una disminución en el número de glóbulos rojos en sangre. Los signos de anemia en animales dependen de la gravedad, la duración (a corto o a largo plazo) y la causa subyacente de la enfermedad.
“En animales adultos, la anemia puede ser causada por una enfermedad renal crónica, una enteropatía crónica, enfermedades neoplásicas, hipotiroidismo, enfermedades infecciosas como Ehrlichiosis (que es una enfermedad transmitida por la garrapata), la Dirofilariasis, transmitida por el mosquito o simplemente por una parasitosis intestinal”, explica la médica veterinaria Patricia Paredes, del equipo de Natural Life (M.P 7387).
Los animales con anemia prolongada han tenido tiempo de adaptarse y sus signos incluyen pérdida de energía, debilidad y pérdida de apetito. “En la consulta clínica, el veterinario revisa minuciosamente el estado y color de las mucosas, conjuntivas y piel del animal, que cuando está anémico se observa de un color rosa pálido. Estas señales nos alertan que algo está sucediendo”, agrega Paredes.
“Pensamos que tuvo familia”Agotado por el estrés del rescate, era el momento de instalarse en su casa de tránsito. Allí, sus rescatistas pudieron saber que Lázaro había tenido familia. “Calculamos que es un perrito de 14 o 15 años y pensamos que tuvo familia porque tiene costumbres de haber estado en un hogar”.
En su casa de tránsito, Lázaro estuvo por diez días: allí comió, descansó, durmió relajado en la comodidad de una cama especialmente preparada para él y recibió todo el amor que le había faltado mientras luchaba por su vida.
“Le encanta que lo acaricien”Hasta que una tarde, Mariela recibió el llamado de Rina, la mujer que cerraría la historia de Lázaro con el mejor de los finales. Había conocido el caso del abuelito y se había conmovido hasta las lágrimas. Por eso deseaba que fuera parte de su familia. Y así, luego de conversaciones y encuentros para hacer la transición de forma armoniosa, Lázaro finalmente fue adoptado.
Rina habla con mucho amor y Lázaro es muy mimado. “Nos cuenta que cuando llega de su trabajo la espera del otro lado de la puerta y es al primero que le cocina: a Lázaro le gusta tanto la comida que le prepara su mamá que deja el plato limpito, sin rastros de alimento”, dice Mariela con una sonrisa.
Por la tarde comparten mate en el patio. “También Rina nos comentó entusiasmada que percibe que Lázaro escucha algunos sonidos: cuando en la casa aplauden o lo llaman, él mueve la cabeza hacia el lugar de donde viene el sonido y mueve la colita, también ladra y le encanta que lo acaricien”.
Hoy Lázaro acompaña a la familia en cada ambiente de la casa. Le gusta disfrutar del sol de la mañana en el jardín, descansar en su camita, comer comida casera y mantenerse “coqueto”. De hecho, hace pocos días, Lázaro fue a la peluquería canino para un cambio de look. “Lo amamos y mimamos mucho, es lo que se merece”, dice orgullosa su mamá.
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