Uno de los obstáculos para advertir la seriedad del cambio climático es la escala. Hay al menos dos involucradas. Una es la temporal. Si tomamos en consideración cientos de millones de años, tendremos desde desertificación y glaciaciones hasta la inversión del campo magnético terrestre. Es verdad: el clima siempre estuvo cambiando. Lo que no se dice, al usar esta escala, es que en esos períodos se produjeron también extinciones masivas. Si no decimos todo, es un argumento falaz.

La otra escala es espacial. Hasta ahora, los catastróficos incendios en Los Ángeles han arrasado unas 17.000 hectáreas. En febrero de 2022, en Corrientes, los incendios se habían devorado casi 30.000 hectáreas en un mes. Pero era solo el principio. En marzo, el informe final daba cuenta de casi un millón de hectáreas arrasadas. Un desastre cuyas monstruosas dimensiones sobrepasan nuestra capacidad de comprensión, y entonces no sabemos si sentirnos impotentes o afortunados (o ambas cosas), porque el infierno todavía está lejos. Pero es una ilusión causada por la distancia y las coordenadas. Vamos hacia un clima mega (ya se habla de megasequías y megatormentas), y todos habitamos en el mismo planeta con un solo clima. Si cambia, cambia para todos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/escalas-nid14012025/