Elecciones 2025 | La intimidad de Milei, de Olivos a un discurso triunfal que también busca forzar una tregua en la interna
Javier Milei cerró un domingo pletórico, que superó incluso las mejores expectativas que tenían en los últimos días en el Gobierno. En el ...
Javier Milei cerró un domingo pletórico, que superó incluso las mejores expectativas que tenían en los últimos días en el Gobierno. En el corazón libertario estaban convencidos de que dio resultado poner al Presidente al frente de la campaña tras el estrepitoso fracaso en septiembre en territorio bonaerense. Pero nadie imaginó una victoria tan impactante y contundente.
“Javier se puso la campaña al hombro y dio vuelta un resultado adverso como el de septiembre, pero fue por mucho más”, dijo un alto funcionario marcado por la felicidad y el convencimiento de haber elegido la estrategia correcta.
Los primeros indicios de lo que sucedería se tuvieron con certeza a poco de cerrar las urnas y eso fue marcando la agenda del mandatario y el clima en un búnker que empezó expectante y terminó en una fiesta total. Aunque con moderación. Así lo transmitió el propio Presidente desde el atril.
Los primeros resultados sobre la suerte de La Libertad Avanza (LLA) llevaron optimismo y alivio a las filas libertarias. Milei llegó antes de las 19 al búnker, en el centro porteño. El correr de las horas solo confirmó lo que se preveía: la victoria era contundente. A nivel nacional, pero más aún con la sorpresa en la provincia de Buenos Aires. Tres horas y media después, el Presidente irrumpió en el escenario.
“Hoy ha sido un día histórico. El pueblo argentino dejó atrás la decadencia y optó por el progreso. Hoy pasamos el punto bisagra. Hoy comienza la construcción de la Argentina grande”, dijo el mandatario sobre el escenario cuando casi promediaban las 22:30.
En la previa, el mandatario mantuvo la habitual rutina que llevó en las últimas elecciones y pasó la jornada en la intimidad de la residencia oficial de Olivos. Algo que ya había hecho en septiembre pasado, cuando almorzó, leyó y luego se dirigió al búnker oficialista.
Esta vez, en su arribo al Hotel Libertador, ubicado sobre la avenida Córdoba, Milei se mostró distendido, sonriente y hasta saludó a jóvenes libertarios que estaban cerca. Eran las 18:50 y un indicio de lo que venía. Adentro, la mesa de campaña nacional, liderada por su hermana Karina Milei, ya analizaba los resultados, que sorprendían hasta los propios.
La hermana del Presidente fue ratificada por los libertarios como “la gran ganadora de la noche”. Así, lo reconoció una voz importante oficialista en referencia al armado del partido a nivel nacional.
En el atardecer, en una breve salida junto al titular de la Cámara Baja, Martín Menem, Karina Milei había adelantado: “Estamos muy contentos”. La foto con revalidó su alianza con el clan Menem.
Después de su arribo, el mandatario estuvo reunido en el entrepiso del hotel con su hermana y con Santiago Caputo, cuyo posible ingreso formal al Gabinete es una de las grandes definiciones que se esperan para las próximas horas, en línea con lo que adelantó el mandatario días atrás.
A ambos les agradeció en su discurso y los llamó “colosos”, por sus roles en el triunfo. Pareció una búsqueda de tregua después de semanas de internas agitadas entre ambos sectores y en medio de una posible reestructuración del esquema poder interno de la administración libertaria.
Milei habló después de sus candidatos Patricia Bullrich y Diego Santilli. Dio un discurso triunfal en una jornada histórica, menos de dos meses después de la derrota bonaerense.
En ese búnker, Milei ya había festejado en 2023, cuando se convirtió en presidente, y también en mayo pasado, cuando la lista violeta, encabezada por su portavoz, Manuel Adorni, destronó el liderazgo de Pro de casi dos décadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Milei votó a la mañana en la sede Medrano de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Allí el mandatario, frente a las cámaras que lo seguían, no emitió palabra. El momento dejó una imagen de color cuando un matrimonio se acercó a mostrarle a su bebé, con un peinado similar al del mandatario.