El poder del blanco: una casa simple y funcional donde el monocromo se vuelve cálido
Seguir a Carolina Berro Madero en redes o conocer su marca de indumentaria es entrar en un universo de equilibrio: moda, simplicidad y elegancia sin esfuerzo. Ese mismo lenguaje visual —sofistica...
Seguir a Carolina Berro Madero en redes o conocer su marca de indumentaria es entrar en un universo de equilibrio: moda, simplicidad y elegancia sin esfuerzo. Ese mismo lenguaje visual —sofisticado, pero nada pretencioso— se trasladó a su casa en Tigre, un refugio luminoso donde el blanco se impone como protagonista absoluto.
“Cuando la vimos por primera vez era muy distinta: una casa de los 90, con paredes de ladrillo a la vista y baños pasados de moda. Pero enseguida le vi el potencial. Tenía algo de esas casas farmhouse que me encantan”, cuenta.
Con pintura blanca en los muros, techos a dos aguas y lámparas galponeras en los exteriores, transformó por completo esa construcción tradicional en una casa fresca y personal, donde cada ambiente transmite calma y coherencia estética.
Construir a su ritmoNada en esta casa fue inmediato. “Antes de comprarla, fuimos inquilinos muchos años. Todo se fue dando por etapas, a medida que pudimos”, explica. Los pisos, los baños, la cocina: cada mejora fue pensada y ejecutada con paciencia, mientras pagaban el crédito hipotecario que convirtió una casa alquilada en su primer hogar propio.
Su forma de decorar tiene mucho en común con su manera de vestir. “Busco el equilibrio entre tendencia y detalle original”, dice. Por eso, eligió una paleta neutra —blancos, negros y tonos tierra— que resiste el paso del tiempo. “Las modas cambian, pero una base neutra te permite reinventarte todo el tiempo. Lo divertido está en los accesorios, los textiles, los objetos.”
En el living, el gran sillón modular de Esto Es Regio y una alfombra de yute (Gloria Atelier Deco) aportan textura y calidez dentro del esquema monocromo.
Algo viejo, algo nuevoEl espíritu de la casa combina pasado y presente en una convivencia armónica. En el comedor, las sillas Cesca y un sillón de inspiración mid century (Esto Es Regio) conviven con piezas contemporáneas, como las cerámicas de Gloria Atelier Deco y unas lámparas escultóricas que parecen flotar sobre la mesa. “Las lámparas del comedor son únicas. Las hace una artista geóloga que imprime en resina formas inspiradas en semillas”, cuenta Caro.
La cocina, completamente blanca, es el espacio más despojado y luminoso. Mesadas en Silestone, electrodomésticos Smeg y accesorios de Tiendas Landmark definen su estilo: simple, funcional y muy cuidado.
Vivir a su manera“Cuando una compra una casa hecha, tiene que aceptar que hay cosas que hubiera hecho distinto, y trabajar a partir de eso”, reflexiona Carolina. Su desafío fue aprovechar cada metro disponible. Así nacieron rincones nuevos, como el espacio de lectura bajo la escalera o la pequeña biblioteca en el descanso del segundo piso.
El dormitorio principal, en cambio, fue una grata sorpresa: amplio, luminoso y alineado con la estética de toda la casa. Los cuadros sobre la cama y el sillón (de Natural Arts y Elebe Art) le aportan textura y movimiento dentro de una composición serena.
En clave infantilEl universo monocromo se suaviza en los cuartos de las hijas de Caro, Francisca y Juana. En esos espacios dominan los tonos pastel y las texturas naturales: camas con respaldo de género (Another Home Deco), ropa de cama de lino (H&M Home) y detalles hechos a mano, como un cuadro que Carolina pintó con telas traídas de la India.
Modo graneroCuando llega el calor, la vida familiar se traslada a la galería techada y el jardín. Allí, Carolina llevó al extremo su estética farm: pisos de cemento alisado, lámparas galponeras (Design Lovers) y un juego de comedor de madera rústica (Casa Paz) pintado de blanco.
Fanática de las revistas de moda y lifestyle, entiende las tendencias casi de manera intuitiva. Por eso, los detalles cálidos son siempre los que terminan de definir el clima: manteles y candelabros de madera (Tiendas Landmark), tablas talladas a mano y una manta de Gloria Atelier Deco que invita a extender los encuentros al aire libre hasta la noche.
Agradecemos a OHLALÁ! su colaboración en esta nota.