El descargo de María Julia Oliván desde su internación: “El tiempo le saca a cada uno la careta”

Desde el Hospital Alemán, donde se encuentra internada desde hace casi un mes, ...

Desde el Hospital Alemán, donde se encuentra internada desde hace casi un mes, María Julia Oliván dio detalles de su estado de salud y aprovechó para agradecer a quienes la acompañan en el proceso, así como también para disparar contra aquellos que se alejaron en este delicado momento.

En un posteo que compartió en su cuenta de Instagram, la periodista escribió: “El tiempo le saca a cada uno la careta”, dejando en claro que su aislamiento forzado por las secuelas del accidente doméstico que sufrió a mediados del mes pasado no solo la obligó a lidiar con el dolor físico, sino también con la indiferencia de personas que consideraba cercanas.

En las historias que publicó recientemente, se puede ver una imagen de su hijo Antonio y de su pareja, el productor Ariel Straccia. “Los amo. Muy pronto los tres juntos, con los abuelitos Gianna, Nico y Alicia y con la tía Gabi”, expresó, dejando en claro su deseo de reencontrarse con sus afectos en casa.

La comunicadora también tuvo palabras de agradecimiento para aquellos que no la dejaron sola: “Gracias a todos los amigos que a diario llaman a Ariel Straccia para acompañar en las visitas o para compartir un rato con Ari y Antonio. Es muy gratificante saber cuánto nos quieren y nos cuidan”.

Sin embargo, Oliván no dejó pasar la oportunidad para señalar a quienes, en este tiempo crítico, optaron por el silencio o la distancia. “Y a los que están borrados en un momento tan jodido como este (en el que cumplo un mes internada), a todos los que no llamaron y se borraron olímpicamente, es genial ver cómo el tiempo le saca a cada uno la careta que intentan colgarse”, escribió.

La internación de Oliván comenzó tras un intento de encender una chimenea ecológica. El fuego se descontroló y la envolvió en una llamarada. “Le empecé a meter etanol, y más etanol, y más etanol... Cuestión que me prendí fuego”, relató ella misma. Las quemaduras afectaron parte de su cuerpo, aunque en el momento del incidente resultó clave la intervención de su colega Valu Bonadeo, quien le indicó que se quitara la ropa inmediatamente para evitar mayores daños.

Desde entonces, sus días transcurren en una habitación de terapia intermedia, donde permanece inmovilizada, recibiendo cuidados y atravesando un doloroso y lento proceso de recuperación. “No me puedo parar yo de acá. Estoy desde ese día acostada en la cama, en mi recuperación”, contó hace unos días en un video.

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A eso se suma una rutina difícil, marcada por las curaciones, los estiramientos necesarios que intensifican el dolor y la total dependencia de otras personas: “Hay un momento en el que toda tu vida entera depende de que alguien te ayude”, reflexionó.

Mientras la recuperación sigue su curso, Oliván se enfoca en las indicaciones médicas y continúa compartiendo detalles de su día a día. “Trato de elongar, aunque me duele todo porque está en curación”, contó, y agregó: “Cuanto más pasa el tiempo, más te duele”, dijo, refiriéndose a los ejercicios que debe realizar para curar las lesiones.

Días atrás, la periodista compartió una imagen que refleja el impacto físico del accidente y relató detalles sobre su estado de salud. “Mis manos es lo más sano que tengo”, escribió sobre una impactante imagen que publicó en sus historias de Instagram. Allí mismo detalló: “5 intervenciones. Fiebre todos los días, solo por la inflamación de la herida más grande en la pierna. Glóbulos blancos normales”.

El accidente ocurrió mientras intentaba encender una estufa ecológica para combatir el frío. El exceso de combustible provocó una llamarada que alcanzó su cuerpo y le causó quemaduras de consideración, especialmente en el rostro, el cuello y las piernas.

La periodista también se sinceró sobre el impacto emocional del proceso, en especial en relación con su hijo, Antonio. “Antonio, que cuando viene se quiere ir, y nadie le enseña que a la mamá se la acompaña (qué mejor momento para crecer que con la vida misma)”, reflexionó. “Y yo acá, sin poder siquiera pararme para hacerle los dibujos y enseñarle”, agregó. Y cerró: “Difícil ser tan fuerte como para superar los obstáculos físicos y soledades emocionales”.