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Detuvieron a un prófugo ligado a varias bandas criminales en la puerta de un boliche

Luego de intensas tareas de inteligencia, la división antidrogas de la Policía Federal detuvo este sábado a la madrugada a Matías Carlos Herrera, un narco que estaba prófugo de la justicia fed...

Detuvieron a un prófugo ligado a varias bandas criminales en la puerta de un boliche

Luego de intensas tareas de inteligencia, la división antidrogas de la Policía Federal detuvo este sábado a la madrugada a Matías Carlos Herrera, un narco que estaba prófugo de la justicia fed...

Luego de intensas tareas de inteligencia, la división antidrogas de la Policía Federal detuvo este sábado a la madrugada a Matías Carlos Herrera, un narco que estaba prófugo de la justicia federal y que cargaba con una condena en los tribunales provinciales. Herrera era un hombre de negocios de la noche rosarina, gerenció varios bares y distintos emprendimientos, y se sospecha que lavaba dinero de narcos de peso. Fue enemigo de Los Monos y después pasó a estar ligado a la banda criminal.

Herrera fue condenado en diciembre de 2019 a ocho años y seis meses de prisión, por ser uno de los proveedores de la banda de Los Monos. Herrera usaba como pantalla no solo el bar Alabama, de la zona de Pichincha, que fue baleado en abril de ese año, sino también una cancha de fútbol cinco en Sorrento al 1400, donde acopiaban la droga.

Herrera tenía vínculos, como supuesto testaferro, con varios pesos pesado del narcotráfico rosarino, explicaron fuentes judiciales, como Mario Segovia, el llamado Rey de la Efedrina, Esteban Alvarado y René Ungaro y Los Monos.

Herrera, de 39 años, fue detenido por la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal. Estaba prófugo desde 2024 y cargaba sobre su espalda un pedido de captura de la justicia federal por narcotráfico. Herrera había sido condenado por integrar una organización narcocriminal liderada por Facundo “Macaco” Muñoz, vinculado a Luis “Pollo” Bassi, histórico enemigo de la banda “Los Monos”.

Fue detenido a partir de intervenciones telefónicas que permitieron a los agentes establecer la presencia del prófugo en una discoteca de Rosario, que está dentro del complejo del shopping Alto Rosario. A partir de esta pista, agentes encubiertos montaron vigilancia en esa zona y lograron ubicarlo en las inmediaciones de la discoteca.

Herrera estaba implicado en la distribución y fraccionamiento de drogas en distintos puntos del sur santafesino, incluyendo Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Funes, San Nicolás y Cañada de Gómez. Durante el operativo original, ejecutado el 15 de abril pasado, detuvieron a 15 personas, entre ellas la esposa de “Macaco” Muñoz y se incautaron 40 kilos de cocaína, armas de guerra y grandes sumas de dinero.

El nombre de Herrera da vueltas desde hace tiempo en Rosario en el universo narco. Mariana Ortigala, una mujer que actualmente está presa por ser testaferro de la banda Los Monos, reveló en 2022 que Matías Herrera y Horacio Lucchini, quien meses después fue funcionario del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, durante la gestión de Omar Perotti, la contactaron para “venderle” a cambio de grandes sumas de dinero en dólares beneficios para Cantero en la cárcel federal de Marcos Paz.

De acuerdo a sus dichos, los beneficios eran frenar requisas, que le habiliten 24 horas de teléfono fijo y la posibilidad de que Cantero pudiera acceder a un teléfono celular. “Todo esto me lo decía para que yo se lo transmita a Cantero. Incluso, se mostró ofuscado porque a Guille le habían devuelto el teléfono fijo y supuestamente esa gestión fue de él y no recibió nada a cambio. A mí me llamó la atención porque esa devolución fue legal, quiero decir que el teléfono se lo iban a devolver igual”, declaró Mariana Ortigala.

La testigo y actual presidiaria aseguró en su momento a LA NACION que Lucchini y Herrera, que se jactaban de tener contactos en la justicia y en el gobierno, le propusieron un tarifario. “Para frenar allanamientos, adulterar pruebas, realizar traslados, engarronar a otra banda pedía 20.000 dólares por cada cosa”, reveló la testigo. Esta trama nunca terminó de ser investigada en profundidad y acabó con la renuncia de Lucchini, que actualmente trabaja en el juzgado federal de Venado Tuerto.

A la par de los “servicios” ofrecía con Lucchini, Herrera manejaba varios negocios en Rosario. Usaba como pantalla el bar Alabama, de la zona de Pichincha, que fue baleado en abril de 2022, y otros emprendimientos, como un complejo de canchas de fútbol en Sorrento al 1400, donde acopiaban la droga.

Su nombre también apareció pegado a un ataque a tiros en una vinería en Matienzo y Mendoza, en barrio Azcúenaga. El mensaje con errores de sintaxis y ortografía decía: “Mónica: decile a Matías que pague por esto es ederitario (por hereditario)”.

Ese mensaje lo recibió el locatario del local, pero la deducción que hicieron en la justicia era que estaba dirigido para el propietario, que era Matías Herrera, quien invertía en distintos rubros, a pesar de que la justicia federal después de condenarlo por narcotráfico en 2019 lo investiga por lavado de dinero.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/seguridad/detuvieron-a-un-profugo-ligado-a-varias-bandas-criminales-en-la-puerta-de-un-boliche-nid11052025/

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