De oro, plata y bronce: las monedas de EE.UU. más buscadas por los coleccionistas
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La numismática estadounidense mantiene una demanda constante en subastas y plataformas especializadas. Las emisiones tempranas, los ejemplares con errores de acuñación y las series modernas de producción limitada se encuentran entre las piezas con mayor interés debido a su escasez, historia y relevancia dentro del sistema monetario emitido por la Casa de la Moneda de Estados Unidos.
¿Cómo comenzó el sistema monetario de EE.UU.?La actividad numismática en EE.UU. se consolidó desde finales del siglo XVIII, cuando la Casa de la Moneda comenzó a producir piezas bajo la Ley de Acuñación de 1792. A partir de los primeros centavos de cobre de 1793 se desarrolló un sistema con diversas denominaciones, metales y diseños que hoy son objeto de estudio y colección.
Durante ese proceso histórico se acuñaron piezas en cobre, plata, oro, bronce, zinc y acero en diferentes denominaciones, entre ellas dólares, medios dólares, cuartos, dimes y águilas en varias fracciones.
Los diseños iniciales incluyeron representaciones de la Libertad en varias versiones y, posteriormente, figuras de presidentes como Abraham Lincoln, cuya aparición en el centavo en 1909 marcó un punto relevante en las emisiones modernas.
El interés por estos ejemplares ha crecido de manera constante debido a factores como:
Su rarezaLa demandaLa conservaciónLos errores de fabricaciónEstos elementos permiten que algunas piezas alcancen valores muy elevados en subastas del país norteamericano, así como en otras partes del mundo.
Además de las piezas de circulación general, la Casa de la Moneda incorporó formatos conmemorativos, versiones de inversión en metales preciosos y piezas proof destinadas específicamente a coleccionistas. Este conjunto diversificado alimenta el interés del mercado y establece categorías que permiten organizar y clasificar los ejemplares más buscados.
Las monedas históricas más buscadas por coleccionistasDentro del catálogo estadounidense existen monedas reconocidas por su escasez y por el impacto que tuvieron en su época. Entre las más destacadas se encuentran:
Flowing Hair Dollar de 1794: conocido por su diseño con la Libertad de cabello suelto. Su tiraje inferior a 1800 unidades y la estimación de que solo sobreviven entre 150 y 200 ejemplares lo convierten en un objeto de alto interés. Esta pieza alcanza un valor de US$15 millones debido a su alta demanda en el mercado.Draped Bust Dollar de 1804: considerado el “rey de las monedas americanas”, esta serie logra alcanzar valores por hasta US$7.68 millones. Aunque lleva grabado el año 1804, en realidad fue creado tres décadas después, bajo la presidencia de Andrew Jackson. La moneda formó parte de un conjunto de piezas oficiales destinadas a obsequios diplomáticos, diseñados para fortalecer relaciones internacionales.Morgan Dollars: de esta serie, las fechas como los 1893-S, 1901, 1889-CC, 1884-S y 1893-O, son consideradas claves para los coleccionistas. La marca de ceca es un elemento determinante y cada variante puede modificar el precio de forma notable. El sitio Stacks Bowers logró vender una pieza 1889-CC por US$881.250.El comportamiento de estas piezas en subasta mostraron cifras muy altas debido a la combinación de rareza, conservación y competencia entre coleccionistas que buscan cerrar series completas o incorporar ejemplares difíciles de encontrar.
Las monedas modernas más buscadas por coleccionistasTras la eliminación de la plata en 1965, la Casa de la Moneda comenzó a producir piezas de cobre-níquel, lo cual marcó un cambio material en la fabricación. Dentro de este periodo surgieron ejemplares considerados raros debido a errores, tirajes limitados o decisiones de la propia institución.
De acuerdo con el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés) entre las diversas emisiones destacan:
Peace Dollar de 1964-D: considerada la moneda más controversial y una de las más famosas de todas las emisiones modernas, esta tuvo una producción de más de 300 mil unidades, pero se destruyeron antes de su emisión. Lo que más causa interés es el misterio y la leyenda que la rodea. Se cree que algunos empleados guardaron algunos ejemplares y por temor a su confiscación por parte de los funcionarios del Tesoro, ninguna ha salido al mercado. Según PCGS, esta serie podría convertirse en una de las más valiosas de EE.UU.Centavo de aluminio de 1974: aunque se acuñaron 1.57 millones de unidades, solo se conoce un ejemplar, el cual fue clasificado por PCGS como MS62. Este centavo se considera uno de los más intrigantes de la numismática, por lo que puede llegar a valer US$160 mil o incluso superar esta cifra. Dime Proof “No-S” de 1975: con solo dos ejemplares confirmados, estas pueden alcanzar valores por hasta US$575 mil. Su característica distintiva es la ausencia de la marca “S”, perteneciente a la Casa de la Moneda de San Francisco, debido al manejo de los troqueles proof que se preparaban Filadelfia, cuyas piezas carecen de marca de ceca. Dólar Eisenhower de 1976 sin marca de ceca “S”: todos los dólares proof del Bicentenario de 1976 conocidos llevan una marca de ceca “S”, perteneciente a San Francisco. Sin embargo, se conoce un solo ejemplar que carece de este distintivo. De acuerdo con PCGS, si una pieza de estas aparece en el mercado puede alcanzar valores por hasta US$850 mil.Dólar de Sacagawea de oro de 22 quilates del año 2000-W: se produjeron 39 ejemplares en 1999, de los cuales solo 12 fueron conservados para exhibición y posteriormente enviados al espacio durante la misión STS-93 del transbordador Columbia. Estas quedaron bajo resguardo en Fort Knox y fueron presentadas en exhibiciones ocasionales. El 12 de septiembre de 2025, siete monedas se subastaron por US$3.28 millones, con dos de ellos adjudicados por US$550 mil cada uno.La demanda del mercado juega un papel crucial en la formación de precios. Ejemplares con historias documentadas o vínculos con eventos significativos atraen mayor interés. La combinación de estos elementos determina que ciertas piezas alcancen cifras elevadas en transacciones especializadas.