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De Mae West a CA7RIEL y Paco Amoroso: qué tienen en común la diva de Hollywood y el dúo musical del momento

En un escenario de un hotel de Las Vegas de hace 71 años, una artista inclasificable de apenas metro y medio de estatura se presentó en un show luciendo un extravagante sombrero y rodeada de homb...

De Mae West a CA7RIEL y Paco Amoroso: qué tienen en común la diva de Hollywood y el dúo musical del momento

En un escenario de un hotel de Las Vegas de hace 71 años, una artista inclasificable de apenas metro y medio de estatura se presentó en un show luciendo un extravagante sombrero y rodeada de homb...

En un escenario de un hotel de Las Vegas de hace 71 años, una artista inclasificable de apenas metro y medio de estatura se presentó en un show luciendo un extravagante sombrero y rodeada de hombres musculosos en especie de taparrabos tipo Tarzán. Entre ellos estaba el fisicoculturista Dick DuBosi, Mr América en 1954. La señora de exagerado sombrero y vestido escotado negro era Mae West. “Fui hija del nuevo siglo a la vuelta de la esquina, y corrí hacia él con osadía”, dijo alguna vez.

Mae West fue actriz, cantante, directora, dramaturga y estilista de sus trabajos. La tuvo clara desde joven. A los 14 años se presentó en un escenario como la “baby vamp”. Con los años se transformó en un símbolo sexual, en una provocadora profesional, en una personalidad desafiante. Fue, como señala un artículo de la revista Vanity Fair, “quien arrasó con las ideas anticuadas sobre lo que significaba ser una mujer en obras de teatro, películas y espectáculos en los que celebraba la sexualidad femenina, el cuerpo masculino y el entusiasmo por ‘lo pecaminoso’ con una generosa dosis de humor camp y glamour exagerado".

Detrás de ese gesto escénico de rodearse de esos cuerpos estallados de músculos había una posición que ella misma explicó en su libro Goodness Had Nothing to Do With It (“Dios no tuvo nada que ver con esto”). “A largo de los años, los clubes nocturnos han tenido en mente únicamente a los hombres con sus espectáculos de mujeres. Las esposas y amantes tenían que aguantar ahí sentadas aburridas mientras sus hombres aplaudían a mujeres semidesnudas. Yo quise darles algo con lo que alegrarse la vista“, explicó con su habitual ironía. A su modo, alegró la vista de mujeres, pero también de hombres de la comunidad gay, que la tomó como una de sus referentes.

El dúo dinámico de la música

Abrupto salto temporal hacia dos provocadores de la música que manejan otra generosa dosis de humor camp y otro tipo de glamour pop latino exagerado que se permiten nadar las aguas del rap, el jazz fusión, el funk, el soul y el mismo pop. De CA7RIEL y Paco Amoroso se trata.

Cuando hace unos meses fueron invitados al programa The Tonight Show, que conduce Jimmy Fallon, interpretaron “Día del amigo”, tema del álbum Papota, apelando a una puesta sumamente teatral y decididamente lúdica. Aparecieron lookeados como fieles consumidores de “papota”, referencia a las suplementos de proteína en polvo, anabólicos y esteroides muy del mundo de los gimnasios; camuflados ellos mismos como si fueran unos gigantes fisicoculturistas sin esconder nunca sus piernas delgadas en un juego entre lo que rinde en las redes y la realidad.

Tetas, by CA7RIEL y Paco Amoroso

Aunque apenas superan los 30, Catriel y Paco se conocen desde hace muchas vidas. No es una exageración. A los seis años compartieron pupitre en clase antes de este presente de giras permanentes, millones de seguidores y de tutearse con celebrities del mundo. Así como Mae West fue hija del nuevo siglo, ellos son, como han dicho al diario El País, de España, “de esa última generación que tuvo una infancia sin smartphones Vivimos los últimos retazos de esa era analógica y en lo que hacemos hay mucho de nostalgia. Quizás por eso somos un poco eslabón generacional, aunque sentimos que los jóvenes nos miran de reojo y los viejos también”. En modo nostálgico, Catriel siempre quiso ser como los Queen, “no solo Freddie Mercury”. Su amigo Paco, como los Rolling, “no solo Keith Richards”.

El aceitado rito de rodearse en escena de musculosos como parte de las hipnóticas y efectivas kermeses lo repitieron recientemente en el Movistar Arena. Para el final aparecieron rodeados de imponentes fisicoculturistas de grandes pectorales mientras cantaban el tema “Tetas”. “Si quieres ser alguien, no puedes ser tú / Tienes que ser alguien que no seas tú, uh-uh / Y si quieres ser tú, no vas a ser nadie”, sostienen en esa decidida crítica al manual de estilo de lo exitoso y de cuerpos regidos por la estricta métrica de las redes sociales.

Luego de presentarse en el Tiny Desk, el diario inglés The Guardian publicó un artículo sobre aquella presentación. Lo tituló de este modo: “El dúo argentino que subvierte el machismo”.

Hay un dato sumamente peculiar entre la rubia de estatura baja y el rubio del dúo. Paco Amoroso, o Ulises Guerriero, según figura en su DNI, nació en Buenos Aires el 17 de agosto de 1993. Conjunción cósmica o como se quiera interpretar, llegó a este mundo exactamente un siglo después que aquella mujer fatal que aparece en la tapa de Sargent Pepper´s, el famoso álbum de los Beatles. Claro que si Mae West a los 14 años ya se presentaba como la baby vamp, en ese momento Paco dejaba las clases de violín y, mientras estudiaba en el Carlos Pellegrini, se pasó a la batería.

De todos modos, cierto signos contraculturales y la crítica al star system del espectáculo como de la música desde el mismo sistema parece unirlos. Como parte de esa maquinaria, parafraseando al tema “Tetas”, la receta de apelar a los grandes pectorales fue y es parte de la receta de ambos.

La mujer fatal devenida en ícono pop

El primer éxito de esta señora que puso al borde del ataque de nervios al pensamiento pacato de Estados Unidos fue con una obra llamada Sex, escrita, producida y protagonizada por ella misma. La estrenó en Broadway, en 1927. Aunque la crítica despreció al espectáculo fue un éxito de público. Cuando ya habían pasado 325.000 espectadores, tarde, pero seguro llegó la policía para evaluar aquella “obscenidad”. Consideró, claro, que su propuesta estaba por fuera de los manuales de las buenas costumbres del espectáculo en vivo.

Mae West fue sentenciada a diez días de cárcel y a pagar una multa de 500 dólares. Para ella no fue un problema. Todo lo contrario. Fue un negocio. A partir de ese hecho su nombre, en tiempos en que la idea de armar un hashtag para difundir el caso no estaba ni en el imaginario, apareció en todos los medios de la época. A lo largo de su trayectoria, la censura fue para Mae West una especie de aliada. “Hice una fortuna gracias a ella”, reconoció alguna vez.

Luego vinieron sus películas en Hollywood, sus trabajos con Cary Grant o con un joven Anthony Quinn. Mujer de carácter, impuso que Duke Ellington y su orquesta la acompañaran en los números musicales en una de sus películas a pesar de las objeciones económicas y raciales de la industria.

En los 50 fue cuando presentó en Las Vegas aquel espectáculo rodeada de antiguos Míster Universo y campeones de fisicoculturismo. Se dice que cobraba 10.000 dólares semanales, un récord para la época. Duraba no más de 50 minutos y era una serie de sketches y canciones con esta mujer de armas tomar acompañada por un grupo de cantantes y bailarines, y el grupete de cuerpos entrenado en gimnasios. Uno de ellos fue Paul Novak, quien terminó siendo su pareja durante 26 años.

Mae West dejó una huella todavía vigente. No casualmente, 70 años después del estreno de aquel espectáculo que despertó la ira de los censores, Madonna le puso Sex a su libro por admiración y respeto hacia Mae West. La diva del pop anunció ya hace años su deseo de producir una película dedica a la trayectoria de esta mujer que traspasó infinidad de barreras. Hasta el momento, ese proyecto no pudo superar la barrera del deseo y llegar a lo concreto.

Aún desde la perspectiva de las artes visuales, Mae West dejó su huella. Salvador Dalí se inspiró en ella para realizar una instalación site specific de decidido tono pop que es una de las salas más concurridas del teatro/museo Dalí.

En el terreno local, el artista plástico Edgardo Giménez también es un de sus seguidores y ese fanatismo del señor nacido y criado en el Instituto Di Tella lo trasladó a su obra. De hecho, fue Edgardo Giménez quien se ocupó del diseño visual y escenográfico de la película Psexoanálisis, una rara avis de la cinematografía local dirigida por Héctor Olivera. Entre el elenco destacaba Libertad Leblanc, otra sex simbol blonda que tuvo como referente a Mae West y que en el espectáculo La Zorra y sus lolitos aparecía rodeada de musculosos locales, precisamente como lo hacía Mae West.

Esos cuerpos inflados en medio de ese desborde visual de un pop latino furioso son revisitados en la puesta en escena de los temas “Tetas” o “Papota” de ese dúo que conforman Catriel Guerreiro y Ulises Guerriero (los dos amigos conocidos como CA7RIEL y Paco Amoroso). El mismo exceso visual cuidado hasta en los más mínimos detalles es un elemento fundante de Papota, el short film de dieciséis minutos que dirigió Martín Piroyansky, el actor tanto de División Palermo como el creador de las series Porno y helado y Tiempo libre.

El dúo dinámico que en estos días anda de conciertos en Copenhague, Bruselas, París y Oslo vio en la web Tiempo libre. A partir de ese trabajo casi casero Piroyansky terminó creando Papota, esa pieza audiovisual de decidido tono paródico sobre la industria del entretenimiento, el estereotipo del cuerpo masculino, el éxito y el uso de la inteligencia artificial, aunque varios planos del mismo video clip extendido y película corta, como se prefiera, fueron realizados gracias a la IA.

El video musical largo como el corto, están nominados para la próxima entrega de los Premio Latin Grammy que se entregarán el mes próximo.

La dirección de arte de Papota es de Celita Guerriero y Marina Fernández, la fotografía de Sebastian Cantillo y la Negranegra se encargó del estilismo de los dos amigos freaks, como suelen tratarse. Uno de los productores fue Armando Bo. Como parte central de la trama, el multifacético actor Martín Bossi es el que interpreta a Gymbaland, un dudosos productor de risita chillona maravillosamente interpretado que les ofrece la fama a cambio de vender sus almas.

Cabe suponer que CA7RIEL y Paco Amoroso ni deben conocer a Mae West. Pero entre ambos creadores separados por un siglo hay varias posibles capas que los unen. Si la vampiresa puso a los hombres musculosos en escena para subvertir el orden machista establecido en los night clubs de la época, el dúo dinámico lo hace para ironizar sobre los grandes pectorales y músculos inflados como caminos seguros hacia el éxito, el dinero y los likes en las redes. De paso, la señora West, como el dúo dinámico, se ríen de los estereotipos apelando en sus puestas a un glamour exagerado, desbocado, que coquetea con lo kitsch como si las fotos en blanco y negro de los trabajos de la diva y la estridente paleta visual de los videos del dúo fueran parte de un mismo largometraje. Mae West marcó a una época. CA7RIEL y Paco están marcando la actual.

“De repente todo el mundo te dice que sos genial, pero no perdemos de vista una idea: en cualquier momento todo se puede ir a la mierda”, decía en mayo Paco Amoroso a El País. Quien nació el mismo día que él pero justo 100 años antes no perdió de vista una idea rectora. “Con vivir una vez es suficiente”, dijo alguna vez West. Por eso mismo fue por todo.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/de-mae-west-a-ca7riel-y-paco-amoroso-que-tienen-en-comun-la-diva-de-hollywood-y-el-duo-musical-del-nid20102025/

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