Cómo viajar a ritmo más lento
“Mi objetivo es regresar a la verdadera esencia del viaje, a su función transformadora. ...
“Mi objetivo es regresar a la verdadera esencia del viaje, a su función transformadora. No quiero que mis tours sean sólo para subir fotos a Instagram sino que también se conviertan en un viaje interior”, cuenta Paula Levallois, creadora de Rumbos Literarios, una agencia de viajes de autor en donde la pieza clave es la literatura. Su empresa propone un turismo respetuoso y con un ritmo más lento en el que la historia, la cultura, la gastronomía y la naturaleza también son protagonistas.
El primer viaje que Levallois organizó fue en septiembre del año pasado y se trató de un tour a Lisboa (Portugal), una ciudad que significa mucho para ella porque, antes de visitarla en persona, la conoció a través de un libro. Dicho texto fue la semilla inicial para que, años después, creara Rumbos Literarios.
Cuando cumplí treinta años, una amiga me regaló El libro del desasosiego de Fernando Pessoa que, a su vez, era la primera traducción acá en Buenos Aires de Santiago Kovadloff. Yo tenía hijos chicos y, en esa época, organizar viajes era difícil para mí. Conocí Lisboa recién en 2017 y fue como llegar a un lugar propio porque lo había conocido previamente a través de la literatura. Fue una locura total, yo no podía creer dónde estaba. Los tilos en flor, los aromas, el cielo. Podía reconocer las calles por haberlas leído en los libros. Fue tan fuerte lo que sentí que dije: ‘¡Esto yo lo tengo que compartir! Tengo que lograr que la gente haga conmigo este proceso de leer y viajar’”, recuerda.
“Siempre sentí una gran fascinación por el lenguaje. Cuando estudié Letras no sabía muy bien qué era lo que iba a hacer. La gente me preguntaba: ‘¿Para qué estudiás esa carrera?’. Y yo les decía que ‘estudiaba porque (me gusta)’ y que el ‘para qué’ vendría después"
Uno de los puntos fuertes de Rumbos Literarios es que su creadora es egresada de la carrera de Letras lo que le da un mayor sustento al seleccionar los libros para cada destino y en los debates y propuestas que se generan alrededor de ellos. “Siempre sentí una gran fascinación por el lenguaje. Cuando estudié Letras no sabía muy bien qué era lo que iba a hacer. La gente me preguntaba: ‘¿Para qué estudiás esa carrera?’. Y yo les decía que ‘estudiaba porque (me gusta)’ y que el ‘para qué’ vendría después. Eso lo fui descubriendo a lo largo de los años. Después, hice un posgrado en periodismo y otro en comunicación porque creía que sólo con la literatura iba a ser muy difícil insertarme en el mundo laboral”.
Antes de comenzar con Rumbos Literarios, Levallois trabajó en el área de Comunicación de una empresa, pero nunca dejó de tener presente que quería dedicarse de lleno a la literatura. “Fue así que empecé a dar talleres de lectura y escritura, aunque seguía trabajando en la agencia. Tiempo después tuve una librería muy linda en zona norte, que se llamaba Espacio Viernes y, tras vendérsela a quien era mi socia, rumbeé para el lado de los viajes”.
La elección de los destinos es sumamente personal y subjetiva –admite- ya que debe tratarse de ciudades que, en primer lugar, le gusten a ella. “Uno no puede contagiar algo que no ama. Cada sitio tiene que tener algo muy amado por mí, que me fascine y que lo quiera compartir. Lo que ofrezco en mis tours es mi mirada de la literatura y de la ciudad. Eso es lo que quiero compartir”, asegura.
Con respecto a la elección de las lecturas, Levallois agrega: “Lo que intento hacer es que los libros elegidos tengan que ver con la ciudad a la que vamos. Eso es fundamental porque, por ejemplo, un autor puede ser portugués, pero si su novela se centra en África, no lo elijo porque no va a tener tanta resonancia. Selecciono a los autores más significativos de esas ciudades y también elijo autores contemporáneos para tener la posibilidad de conocerlos, hacerles preguntas y ver cómo evolucionó la literatura del país. También vamos a ver librerías icónicas, charlamos con editores para que nos cuenten un poco sobre lo que sucede en la ciudad e incluimos museos, casas de escritores y hacemos visitas guiadas”.
Antes de subirse al avión para ir a Lisboa, por ejemplo, Levallois y su grupo de viajeros leyeron a autores portugueses como Fernando Pessoa, Cesário Verde y Mário de Sá-Carneiro. Por su parte, en abril de 2026, organizará un tour a Ciudad de México y ese grupo entrará en clima con libros de Juan Rulfo, Sor Juana Inés de la Cruz y Octavio Paz, entre otros escritores.
Los viajes de Rumbos Literarios no comienzan al subir al avión sino tres meses antes, cuando los integrantes del grupo participan de clases para aprender sobre el destino. “Invito a la gente a hacer un curso. Siempre hay al menos una clase de historia para que se involucren con el contexto de la ciudad. Cuando termina la preparación, nos encontramos directamente en el hotel en el día y hora definidos”. Levallois explica que los pasajes aéreos no están incluidos porque muchos de sus clientes incluyen su tour dentro de un itinerario más grande.
Una de las particularidades de estos viajes es que, a lo largo de la travesía, se proponen distintas actividades creativas para desarrollar. “Tenemos nuestros espacios de silencio, pero también hay consignas de escritura. Cada viaje tiene un concepto. Obviamente, todas las actividades están vinculadas a la literatura. A la mañana partimos del hotel con un propósito. Por ejemplo, en Dublín la idea fueron las epifanías de Joyce. Entonces, a partir de ahí, buscábamos momentos ‘epifánicos’ o que nos sorprendieran. Después, escribimos sobre esas propias epifanías. En Lisboa fue diferente, teníamos un concepto distinto cada día. En general, yo a la mañana les doy un texto, lo leemos todos juntos y salimos con esa impronta en la cabeza. Ahí vamos a ver a un escritor, un museo o algún poeta. Para que se hagan una idea, en el último viaje a Dublín visitamos a un violinista para ver la relación entre la música tradicional y la literatura. Nos atendió un luthier en su casa y nos mostró sus violines, fue una experiencia muy linda”.
Dentro del itinerario también se incluyen algunos días en áreas rurales o de cercanía con la naturaleza porque, según destaca Levallois, también son consideradas “vías de acceso a la creatividad”. “Intento que durante los viajes hagamos alguna escapada a la naturaleza, me gusta que salgamos de lo urbano y conectemos con otro tipo de escenarios. Por ejemplo, en Lisboa tenés el río Tajo o la sierra de Sintra, que son paisajes maravillosos para inspirarse”.
Las personas que eligen este tipo de viajes suelen ser hombres y mujeres de más de 45 años porque no solo se requiere que tengan tiempo libre sino que también puedan disponer de él: “Lo ideal es que sus hijos, si es que los tienen, sean grandes, que tengan independencia. Son personas que tienen intereses culturales y que quizás ya conocen la ciudad, pero ahora quieren visitarla desde otro lugar. Están cansados de viajar por el viaje en sí mismo y buscan otro tipo de experiencias”.
Levallois asegura que es “muy obsesiva” y que intenta que todos los aspectos del viaje estén vinculados con los textos. “Elijo todo en función de la literatura o del tono que le quiero dar al viaje. Los restaurantes, por ejemplo, no los elijo al azar, sino que deben tener relación. Ya sea porque algún escritor iba a comer ahí o porque formó parte de una escena de una película o de un libro. Yo hago todo, desde lo literario hasta lo turístico. Por suerte, ahora cuento también con Mora Beccar Varela, mi colaboradora, quien me ayuda en la organización”.
Para noviembre de este año, Levallois guarda una sorpresa: organizará uno de sus tours en Buenos Aires para dar a conocer su proyecto también dentro del país. “Me interesaba tener en la cartera una propuesta más accesible para aquellas personas que no pudieran viajar. Fue por eso que quise replicar la experiencia de Rumbos Literarios en Buenos Aires. Nuestra ciudad es infinita, tenemos millones de escritores. Esta vez, vamos a mirar Buenos Aires a través de los ojos de Julio Cortázar”, cuenta entusiasmada.
Este recorrido no se tratará exclusivamente de visitar aquellos lugares en los que el autor vivió o estudió, sino que intentará reflejar cómo sería un viaje a través de sus ojos, qué es lo que él vería. “Me gusta esa idea de Cortázar de que lo cotidiano se transforma y de que podés estar en dos lugares a la vez. Su literatura siempre es una literatura de pasajes. La idea es ver un poco esos temas en Buenos Aires. También habrá un curso previo, pero será mucho más breve, sólo de dos encuentros”.
Este tour durará tres días y, en este caso, la estada en el hotel será opcional. El itinerario estará atravesado por tres ejes: el primero será un ida y vuelta entre Buenos Aires y París en el que se mostrarán algunos pasajes emblemáticos. “Después, nos centraremos en el jazz e iremos a ver un espectáculo. La última etapa será un poco más bizarra, pero a mí me divierte y es el boxeo. Me gusta la idea de combinar literatura y boxeo y de centrarme en las pasiones de Cortázar”, resume.
“Nuestra ciudad es infinita, tenemos millones de escritores. Esta vez, vamos a mirar Buenos Aires a través de los ojos de Julio Cortázar”
La creadora de Rumbos Literarios sueña con que sus tours se expandan y lleguen en los próximos años a lugares como Japón y los países escandinavos. Actualmente, también tiene otro emprendimiento junto a su socia Maru Vuko, en el que combinan literatura con gastronomía de distintas nacionalidades. “Me gusta hacer esas mezclas. Ahora tengo este proyecto que se llama Qué bien sabe, en el que organizamos un maridaje entre cocinas del mundo y literatura del mundo. Ahora estamos con comida peruana y el poeta José Watanabe. Siempre me gustó la idea de llevar la literatura a la vida, que no se trate de un saber frío, intelectual o de enciclopedia”.
Finalmente, la pregunta difícil: “¿cuál fue el libro que más te hizo viajar sin salir de tu casa?" Con una sonrisa, Levallois hace memoria y concluye: “Creo que puedo nombrar dos. El primero es Las ciudades invisibles, de Ítalo Calvino, que es un libro que me gustó muchísimo porque habla sobre todo lo que puede ser una ciudad, todo lo que podemos imaginar y tratar de ver en ella. Después, otro libro que me encantó y que también tiene que ver con los viajes es Réquiem: una alucinación, de Antonio Tabucchi. Se trata de un derrotero medio imaginario por la ciudad de Lisboa. Es un libro que me marcó bastante en esta idea de ver las ciudades de una manera distinta”.
Fuente: https://www.lanacion.com.ar/conversaciones-de-domingo/como-viajar-a-ritmo-mas-lento-nid02112025/