Cómo llegar a la playa con “aguas turquesas” que se esconde en Córdoba
Hay un paraíso escondido en Córdoba que tiene aguas turquesas, calma y naturaleza a pocos kilómetros de la capital provincial. Una vieja cantera de piedra blanca guarda...
Hay un paraíso escondido en Córdoba que tiene aguas turquesas, calma y naturaleza a pocos kilómetros de la capital provincial. Una vieja cantera de piedra blanca guarda una laguna de aguas cristalinas que deslumbra a los turistas al final de una caminata panorámica por la zona. Un refugio natural ideal para disfrutar en una escapada durante la primavera y el verano.
En medio de las sierras del Valle de Calamuchita, los alrededores de Villa Yacanto esconden un sitio natural poco explorado, pero de una belleza irresistible, especialmente cuando llega el calor y el paisaje serrano invita al descanso y la desconexión. El lugar en cuestión es la llamada Laguna Neyem, un rincón de aguas cristalinas y naturaleza prístina que recompensa a quienes se animan a una caminata de dificultad media, que atraviesa el típico paisaje serrano de piedra, monte y vegetación nativa.
Ubicada a unos 150 kilómetros de la capital cordobesa, esta joya natural se transformó en uno de los secretos mejor guardados de la región, perfecta para relajarse, nadar o simplemente contemplar su entorno.
Rodeada de formaciones de caliza, la Neyem es un espejo de agua pura que hipnotiza con su color turquesa y su entorno agreste. Según los pobladores, se formó en una antigua cantera de extracción de piedra dolomita, una actividad que funcionó entre los años 1940 hasta 2010. La explotación minera dejó al descubierto las piedras blancas que hoy rodean la laguna y acentúan su tono azulado, creando un contraste deslumbrante con el verde de las sierras.
Desde la ciudad de Córdoba, el trayecto demora alrededor de dos horas y media. El camino avanza por la ruta hacia Santa Rosa de Calamuchita, para luego desviarse por la Ruta Provincial 228 rumbo al predio Sendero Blanco, donde se encuentra la laguna. El último tramo es de ripio, y desde allí comienza una caminata de unos 45 minutos, perfecta para disfrutar del paisaje y el silencio natural. Se recomienda dejar los vehículos antes del sendero y continuar a pie hasta el agua.
Es importante tener en cuenta que el acceso está dentro de un predio privado, por lo que se requiere reserva previa y el pago de una entrada, medidas que permiten cuidar el entorno y asegurar una visita responsable.
El nombre “Neyem”, que en lengua mapuche significa “brisa suave”, describe con exactitud la atmósfera del lugar. Con sus aguas turquesas y su calma absoluta, este rincón invita a un baño reparador o simplemente a disfrutar de su serenidad, especialmente en primavera y verano, ya que esta zona del valle alcanza temperaturas elevadas.
Más allá del chapuzón en la laguna, el entorno ofrece una rica biodiversidad: plantas aromáticas, helechos y especies nativas crecen entre las rocas, mientras el canto de las aves acompaña el recorrido. La mejor época para visitarla es el verano, cuando las temperaturas elevadas hacen irresistible la idea de sumergirse o practicar snorkeling en sus aguas claras. Como parte de la aventura, el trekking de unos 45 minutos atraviesa senderos serranos con vistas panorámicas antes de culminar en un baño en la laguna.
Para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, Neyem combina a la perfección ejercicio, contemplación y descanso, con una biodiversidad que realza cada paso. A pocos kilómetros de Villa Yacanto, este encantador pueblo con sus calles tranquilas, hospedajes rurales y servicios turísticos, completa la experiencia, convirtiéndose en un excelente punto de partida o descanso tras la caminata por este paraíso cordobés.