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Cómo es la obra que ya se está ejecutando en la zona más deteriorada de la ruta 2

MAR DEL PLATA.— El zumbido intenso de los neumáticos que se filtra en el habitáculo y cada tanto un sacudón o golpe por algo más que una grieta sobre la superficie de rodamiento son parte del...

Cómo es la obra que ya se está ejecutando en la zona más deteriorada de la ruta 2

MAR DEL PLATA.— El zumbido intenso de los neumáticos que se filtra en el habitáculo y cada tanto un sacudón o golpe por algo más que una grieta sobre la superficie de rodamiento son parte del...

MAR DEL PLATA.— El zumbido intenso de los neumáticos que se filtra en el habitáculo y cada tanto un sacudón o golpe por algo más que una grieta sobre la superficie de rodamiento son parte del viaje sobre ambas manos de la mitad sur de la Autovía 2, de las más transitadas del país, en especial durante cada temporada de verano.

Completadas las obras de reparación de la otra mitad, que nace en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y llega casi hasta Dolores, se acaba de poner en marcha una nueva etapa de mejoras que desde comienzos de esta semana a mismo momento del año próximo debería tener reparado a nuevo un tramo de calzada que llega hasta cercanías de la localidad de Maipú.

Este nuevo desafío, que ya está en ejecución, alcanzará una extensión lineal de 70 kilómetros y por duplicado, ya que el compromiso implica recuperar el pavimento sobre ambas manos de ese segmento de esta autovía que lleva el nombre de Juan Manuel Fangio. La inversión total ronda los 40.000 millones de pesos.

   

El plan de obra pública que tiene origen en el Ministerio de Infraestructura bonaerense y que aquí lleva adelante Aubasa, la empresa a cargo de esta red vial que llega hasta los principales balnearios de la costa atlántica, contempla otras dos etapas de tal manera que se llegue con los arreglos hasta Mar del Plata y así tener con condiciones óptimas los 400 kilómetros que separan al principal centro turístico del país con la Capital Federal.

En simultáneo, también a cargo de Aubasa y como ya anticipó LA NACION, se emprende una obra que sumará un cuarto carril a la Autopista Buenos Aires-La Plata, convertida tantas veces en un cuello de botella para los vehículos que, por miles, coinciden allí en momentos y horarios picos, en particular durante el verano o a la salida o el regreso en fechas turísticas, como los fines de semana largos.

“La obra vial es prioridad para la gobernación y junto a Vialidad provincial se trabaja para mejorar rutas, autovías y la seguridad vial para que se traduzca en una baja significativa de siniestros y heridos”, afirmó el presidente de Aubasa, José Arteaga.

Los trabajos sobre la ruta 2 se repartieron en dos licitaciones, con dos empresas distintas en la ejecución, una a cargo de la denominada mano ascendente y otra de la descendente. Un primer foco se concentra entre los kilómetros 203, que coincide con la isla de servicios de YPF, y el 207, donde se abre el distribuidor que permite derivar hacia la ruta 63.

El detalle aportado desde el Ministerio de Infraestructura y Aubasa destacan trabajos repavimentación, recambio de barreras flexibles metálicas y demarcación horizontal sobre esos 70 kilómetros de doble mano. El plazo de ejecución se fijó en 12 meses.

Estos trabajos actuales se realizan casi en doble turno, con aprovechamiento de este período de buen tiempo. Es que la normativa establece que el 15 de diciembre se debe liberar la ruta porque inicia el período de mayor tránsito hacia la costa atlántica, en coincidencia con la temporada de verano.

Si se toma como referencia la estación de peaje de Samborombón, intermedia para quienes viajan hasta Mar del Plata o desvían hacia las localidades balnearias que se extienden entre San Clemente del Tuyú y Mar Chiquita, en enero último el promedio fue de casi 40.000 vehículos por día en movimiento por la Autovía 2.

Según pudo saber LA NACION, se están evaluando algunas alternativas como para que la pausa no sea absoluta hasta el 31 de marzo sino que se pueda continuar con movimiento de maquinaria y operarios aunque sea a mitad de semana, cuando el flujo vehicular desciende, aún en plena temporada alta.

Lo que se vea al cabo de estos 12 meses de plazo que tiene esta etapa de obra que recién se inicia debería replicar lo logrado ya entre cercanías de Dolores y la Autopista Buenos Aires La Plata, con un pavimento negro, firme y parejo que ofrece condiciones para un tránsito más confortable, sereno, ameno y, por sobre todo, seguro. Siempre con la correspondiente señalización.

El tramo entre Dolores y Mar del Plata está bastante castigado y tiene puntos de deterioro notorio, que incluso obliga a reducir velocidad debido a la irregularidad de la superficie sobre la que se transita. En particular en el extremo más próximo a la costa.

“La entrada al área de peaje de Maipú es un desastre”, contó a LA NACION un chofer de ómnibus de larga distancia que además valora las mejoras logradas entre Dolores y Capital Federal pero sufre a diario el deterioro agravado de la mitad sur.

“Se forman canaletas como huellas por el tránsito pesado y cuando llueve hay que correrse al carril izquierdo porque no se puede andar”, detalló un colega sobre estas complicaciones más notorias en los vehículos de mayor porte.

Esos choferes profesionales reconocen que esas fallas en el pavimento se perciben mucho más en estas grandes unidades ya que leen los desniveles que la amortiguación de los automóviles logra disimular algo más. “Pero llegando a Mar del Plata ninguno se salva de los pianitos”, coinciden sobre una suerte de serrucho que se genera sobre la superficie de rodamiento. “Hay que bajar mucho la velocidad”, reconoce.

Desde el área de Coordinación Operativa de Aubasa se explicó que esos 200 kilómetros que quedan por repavimentar se afrontarán en tres etapas. Esta actual, que llega hasta el kilómetro 270; la siguiente hasta el 340 y la última hasta el 400. “Cada uno siempre se hará con dos empresas privadas distintas para darle celeridad a la obra vial”, explicaron a LA NACION.

Complementará, además, otros avances que ha tenido este denominado Corredor Vial Atlántico. La gestión provincial, a cargo de Axel Kicillof, ha confrontado estos años por el tema con el Gobierno nacional y sostiene activa la obra pública. Reflejada no solo en la ruta 2 sino en la recientemente finalizada recuperación de la ruta 63, que deriva tránsito desde la autovía hacia la costa, y el buen ritmo de avance que tiene el tramo de autovía que la ruta 11 empieza a exhibir entre Villa Gesell y Mar Chiquita. Hay varios kilómetros que ya están en uso y habilitados al tránsito.

El ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, dijo a LA NACION que estas inversiones verán a corto plazo un Corredor Vial del Atlántico “modernizado y ampliado”. Dijo que la Provincia de Buenos Aires se destaca por “un modelo absolutamente opuesto al de un Gobierno nacional de cero obra pública” y rescató que el resultado de estas mejoras en rutas serán “más turismo, más comercio, menos accidentes, y más integración para miles de familias bonaerenses y de todo el país”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/como-es-la-obra-que-ya-se-esta-ejecutando-en-la-zona-mas-deteriorada-de-la-ruta-2-nid05112025/

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