Cómo el furor por ChatGPT y Gemini hace que las nuevas computadoras y los smartphones modernos sean más caros
Pasó el ...
Pasó el Black Friday. Pero hay algo que no está pasando: es el aumento sostenido del precio de memorias RAM y de unidades de almacenamiento SSD. Y la causa es una sola: la distorsión comercial provocada por el auge de los grandes centros de inteligencia artificial, con un apetito insaciable para el hardware, que generaron dos efectos inmediatos: por un lado, los fabricantes se enfocan más en esos clientes. Por el otro, se quedan sin stock y eso aumenta los precios de productos existentes por falta de oferta.
Esta situación fue impulsada por la alta demanda de infraestructura para la inteligencia artificial (IA), debido a que las grandes empresas que están invirtiendo en IA (Google, OpenAI, AWS) están demandando para sus data centers grandes cantidades de estos productos. Los fabricantes vienen reportando aumentos inéditos en los costos de memoria DRAM, Flash o NAND, algo que inevitablemente impactó en los precios a los consumidores.
“Estamos todos con la misma preocupación. Desde las empresas de semiconductores o relacionados empezamos a tirar la alerta hace un mes. La noticia se va amplificando a medida que empieza a impactar en los productos finales. Es un problema y todavía estamos en el principio. La situación todavía tiene un camino para ponerse más grave”, admite Jean-Pierre Cecillon, Director de Kingston Sudamérica para habla hispana. La empresa, fabricante de memorias independientes (no fabrica el semiconductor), sufre los embates. “Hay una demanda que avanza demasiado rápido contra una oferta sin capacidad de reacción para el fenómeno. Esto empezó en septiembre. Y todos los actores de IA invierten a una velocidad que es muy difícil de seguir”, señala. El mayor caudal de memorias RAM sale de tres fábricas principales: SK Hynix, Samsung y Micron controlan el 90% del mercado, seguidas por otras en China y Taiwán.
Micron, la más chica de las tres, decidió que Crucial, su marca de RAM y SSD orientada al mercado de las PC hogareñas, no va más. Se orientará al segmento corporativo y de la IA, más rentable. OpenAI, con su proyecto Stargate, comprará el 40 por ciento de la producción mundial, unos 900.000 chips por mes, provistos por SK Hynix y Samsung.
Un problema que va para largoLejos de disiparse, anticipa un 2026 turbulento. La cuestión podría cambiar recién en 2027 con nuevas fábricas de semiconductores, pero hay quienes estiman que los altos precios seguirán hasta 2028. Según el ejecutivo, ahora “hay un reajuste semanal y quincenal. El ciclo es feo. La velocidad puede hacer que se duplique o triplique el precio”. Pero el gran problema, “puede ser la falta de provisión”. Datos estimados que pudo recopilar LA NACION lo demuestran: Una RAM DDR4 3200 de 8 GB aumentó 138% entre enero y noviembre. Una RAM DDR5 5600 de 16GB aumentó 76%. Y un SSD NVMe de 1 TB subió de precio un 74% en este período.
En el país ya se ven algunas consecuencias, aunque todavía de forma tibia. Los precios subieron “entre el 7 y el 15 por ciento en dólares”, anticipan algunos importadores a LA NACION, bajo estricto off. “Todavía puede ser más”, aseguran. “En algún momento la provisión de equipos lo va a sufrir”, completa otro miembro de la industria local. “Luego habrá que ver qué regiones sufren más por la priorización de las empresas”, dice, en referencia a cómo los fabricantes distribuyen su producción, privilegiando mercados más rentables. “Quizás acá se sienta más”.
Ejecutivos de grandes compañías calificaron el alza de costos como “sin precedente”. Jeff Clarke, director de operaciones de Dell Technologies, explicó en una llamada con analistas que “nunca vio que los costos se movieran a este ritmo”. “Los precios van a subir el año que viene”, concluye Ma Zhiyu, director de marketing de Xiaomi.
Según un análisis de Counterpoint Research, “es probable que los precios de la memoria aumenten un 30% en el cuarto trimestre de 2025 y posiblemente un 20% más a principios del próximo año, además de los aumentos de precios del 50% experimentados hasta la fecha”. En el informe señalan la distorsión: “Uno de los problemas clave es la escasez de suministro de la memoria LPDDR4 heredada, provocada por la reorientación de la producción de los proveedores hacia chips más avanzados para satisfacer la demanda de IA, lo que distorsiona los mercados. Se están produciendo desequilibrios en los precios spot: la DDR5 para servidores y PC se comercializa a unos 1,50 dólares por gigabit, mientras que la DDR4 más antigua, utilizada en electrónica de consumo, alcanza los 2,10 dólares, un precio superior incluso al de la HBM3e más avanzada, que ronda los 1,70 dólares”.
La misma proyección aplica a los celulares, según la consultora, de todas las gamas. “La escasez actual se siente principalmente en el segmento más bajo del mercado de smartphones, afectando a los fabricantes de smartphones de bajo costo, pero esto podría extenderse. Hablamos de grandes aumentos en los precios de los smartphones —superiores al 15% en algunos modelos— en los segmentos clave de gama media-alta, lo que reducirá los márgenes o afectará el crecimiento. Probablemente se produzcan ambas cosas”, concluyen. Las sanciones comerciales de Estados Unidos a fabricantes chinos sumaron presión a la cadena global de suministro.