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Claudio Tapia - Julio Grondona: el juego de las diferencias y la regla de oro que rompió Chiqui

El comportamiento casi absolutista y la necesidad de aferrarse a sus cargos son un par de rasgos que bien podrían igualar a Julio Grondona con Claudio Tapia. Entrar desde allí en el juego de simi...

Claudio Tapia - Julio Grondona: el juego de las diferencias y la regla de oro que rompió Chiqui

El comportamiento casi absolutista y la necesidad de aferrarse a sus cargos son un par de rasgos que bien podrían igualar a Julio Grondona con Claudio Tapia. Entrar desde allí en el juego de simi...

El comportamiento casi absolutista y la necesidad de aferrarse a sus cargos son un par de rasgos que bien podrían igualar a Julio Grondona con Claudio Tapia. Entrar desde allí en el juego de similitudes conduciría, sin embargo, a una mirada equivocada de dos formas muy distintas de construcción de poder.

¿Por qué compararlos? Porque son únicos. Grondona fue presidente de la AFA durante 35 años y 4 meses. Tapia cumplirá nueve años en marzo de 2026. Con eso, superará al segundo de la lista histórica, Raúl Colombo, que entre 1956 y 1965, estuvo en el puesto durante ocho años y 11 meses. Todavía está muy lejos del récord, pero el expresidente de Barracas Central tiene mandato hasta 2028, por lo que será apenas el segundo que consiga permanecer de manera ininterrumpida por más de una década. Además, la modificación del estatuto permite hasta cinco períodos de cuatro años.

Son muchas las cosas en las que se diferencian los dos presidentes más duraderos en el fútbol argentino. Para empezar, uno era internacional y el otro es local.

Grondona era un hombre fuerte de la FIFA pese a su bajo perfil. Se presume que su muerte dejó el apellido fuera de las investigaciones que ventilaron los casos de corrupción más resonantes de la historia del fútbol. Tenía un poder poco visible pero real.

Tapia todavía lucha por ese espacio. En sus comienzos, se ventilaron grandes diferencias con Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol. Sin embargo, el oro de Qatar 2022 hizo que el paraguayo lo terminara reconociendo con una frase impactante: “El mejor dirigente del mundo”. Palabras grandilocuentes para una jerarquía que a nivel internacional no es tal.

Un simple ejemplo alcanza para explicar la desemejanza. A Grondona se lo podía ver junto a futbolistas circunstancialmente y por razones ligadas con su función. Pero jamás lo buscaría como una herramienta de exposición para mejorar su imagen. No necesitaba que se supiera de una foto tomando mate con estrellas o promocionarse en publicidades. Es cierto, los tiempos cambiaron en épocas de redes sociales, pero…

De todos modos, los vínculos políticos son el tema central. Por el estatus que otorga el puesto de presidente de la AFA, las relaciones en tal área son ineludibles.

El periodista Ernesto Cherquis Bialo, que fue Director de Medios y Comunicación de la AFA y hombre muy cercano a Grondona durante dos décadas, lo explica así: “Él no se peleó con ningún gobierno. Negoció con ellos. No se creyó superior a nadie. Y cuando el gobierno arreció por alguna circunstancia, tomó la medida más conveniente. Por ejemplo, cuando le dijeron que tenía que sacar a Bilardo, dijo que retiraba al equipo del Mundial. Lo presionaron intendentes, gobernadores, presidentes. Pero nunca paró un descenso ni cambió las reglas de juego durante la disputa”.

Su habilidad para los negocios le permitió utilizar al kirchnerismo como herramienta para romper el millonario contrato televisivo con el Grupo Clarín en 2009. Pero logró que los términos de la disputa quedaran planteados entre el gobierno de Cristina Fernández y la empresa. La AFA salió indemne de aquel enfrentamiento.

La estrategia de relaciones públicas de Tapia con los gobiernos es mucho más explícita. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof lo nombró presidente del Ceamse (Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado). A Grondona le ofrecieron posiciones estatales y hasta ser candidato a intendente alguna vez, pero siempre lo rechazó. Ostentaba un cargo que, a la vista, le resultó más valioso en las oficinas de Zurich.

El vínculo de Tapia con distintos sectores sindicales también es conocido. Y desde su posición ideológica, siempre cercano a dirigentes del peronismo y del kirchnerismo, se apoya, por ejemplo, para enfrentarse con el presidente Javier Milei. Desde su círculo argumentan que todas las investigaciones judiciales que están en curso -y por las que se lo acusa de lavado de dinero, fraude y evasión fiscal-, son fomentadas por el deseo del gobierno de permitir el ingreso de las SAD en el fútbol.

En el plano deportivo también es notorio el avance de la política. Grondona tenía una regla de oro: en 35 años no permitió ni tan siquiera una afiliación en la AFA. Pese a que hubo reclamos de equipos que durante décadas habían hecho los méritos suficientes. Incluso en confrontación con poderes políticos y/o sindicales, que “apadrinaban” a algún club.

La razón por la que la asociación se cerró en un círculo exclusivo nunca tuvo versiones oficiales. Dicen que Grondona prefería un entorno cerrado y de absoluto control. Un rebaño pequeño, al que pudiera moldear sin focos de sublevación. Cada equipo afiliado es un asambleísta. A mayor cantidad de votos, mayor es la imprevisibilidad. Si bien nunca se refirió abiertamente a ese tema, alguna vez explicó: “Es muy difícil que me hagan cambiar una decisión, muy difícil… Y mal no me fue. En la AFA nunca salió nada por votación. Todo se hizo por consenso”.

Es curioso, porque Tapia también resuelve muchas cosas sin llegar a votar. Tal como ocurrió con la designación de Rosario Central como nuevo campeón del fútbol argentino, de un certamen que ni los propios ganadores sabían que estaba en disputa.

Pero Tapia rompió la “regla de oro” de Grondona. Lleva cinco afiliaciones en ocho años. Independientemente de que algunas son meritorias (otras no), la mayoría tienen razones políticas.

El primer caso fue Real Pilar, en 2017. Tapia asumió como presidente del 29 de marzo de ese año. Y en mayo sumó un nuevo “socio”. En aquel momento se sospechó que la afiliación podía ser un gesto para con el entonces presidente Mauricio Macri, con quién el titular de la AFA estuvo siempre enfrentado. César Mansilla, uno de los fundadores del club, tuvo vínculos comerciales con Macri y Daniel Angelici. Él mismo, por esos días, desmentía todo: “La última vez que trabajé para Macri fue en la campaña de 2003 y nunca más tuve vinculación. Y a Angelici lo conozco como también conozco a Tapia, soy un hombre del fútbol. Es un error creer que nos afiliaron por eso”, se defendía Mansilla.

Una vez que se abrió la puerta, no fue el único que pasó. En 2022 se sumó Mercedes, equipo del que es socio Wado De Pedro, y a quien se le adjudican las tratativas para conseguir el permiso. Es, vale decirlo, el club deportivo más antiguo del país, ya que fue fundado en 1875.

En 2024 se agregó Camioneros, de los Moyano. También Estrella del Sur, nacido en 2006. Uno de sus fundadores es kirchnerista Nicolás Mantegazza, intendente de San Vicente. Su estadio se llama Chiqui Tapia y su principal sponsor es Sur Finanzas.

La más flamante adhesión es Leones, el equipo creado por Matías Messi, hermano del capitán de la selección argentina. En 2026 hará su debut en los torneos de la AFA y competirá directamente en la Primera C.

Daniel Lalín, expresidente de Racing y quien estuvo enfrentado con Grondona mucho tiempo, lo explica así: “Julio parecía un ferretero. Eso le mostraba al mundo. Te atendía en una oficina de mierda en Avellaneda. Tenía bajo perfil. Acá se habla de Toviggino y los 47 autos (sic). Todo eso al lado de la guita que manejaba Grondona es un vuelto. Chiqui viene de los clubes chicos. Los dirigentes de esos equipos se sienten como él. Grondona no dependía de los clubes. Por eso Tapia afloja con estas estupideces de hacer campeonatos de 30 equipos, agregar torneos, afiliar clubes. Esa es su gente, cree que es la que lo va a defender. Y piensa que ellos lo van a sostener. A Grondona lo quiso echar Menem. Y cuando fue a una reunión lo llevó a Joao Havelange, que le dijo al presidente de un país: ‘Si tocan a este hombre la Argentina no juega eliminatorias’. Listo, se terminó”.

¿De qué le serviría afiliar nuevos clubes a Tapia? “Mi percepción es que llegará un momento en el fútbol argentino en el que esta situación genere divisiones –argumenta Cherquis Bialo-. Están tratando de agregar votos directos para que, llegado el caso, tengan cómo competir con los más poderosos”.

“No sé por qué lo hacen –dice Humberto Grondona, hijo de Julio-. No lo entiendo. Son sindicalistas. Si aceleran en esta dirección tendrán vuelo corto”.

Hay distintos estilos para hacer una misma cosa, para construir un “imperio”. Para intentar perpetuarse en el trono. “El poder no es mío. Me lo dan. Los demás sienten que tengo poder y eso es lo que vale”, reconocía Grondona, que podía ser igual de autocrático y mantener a todas las voluntades en un puño… en el más absoluto silencio.

Tapia todavía necesita hacer saber que es poderoso. Con fotografías como las que se saca con Lionel Messi y Rodrigo de Paul. Con castigos, como el que le propinó a Estudiantes por “insubordinarse”. Con discrecionalidad en sus decisiones para hacer y deshacer a su antojo las reglas con las que maneja la AFA.

“Llegará un momento en el que la falta de institucionalidad será tan vergonzosa que alguien dirá que esto no puede hacerse -advierte Cherquis Bialo-. El único secreto es la institucionalidad. Que el otro vea que todos son iguales bajo la ley. Hay un ejercicio omnímodo del poder. La única manera de ejercer el poder es bajo el imperio de la institucionalidad. Porque hace que te respeten todos. El que resultó beneficiado circunstancialmente y el que resultó perjudicado frente al consenso de todos los demás. El fútbol tiene reglas, tiene un estatuto y tiene además una afiliación a instituciones superiores. El que cumpla con eso, es el presidente que va a durar”.

Tapia está por cumplir nueve años en la AFA. Y a pesar de verse envuelto en denuncias judiciales y una de las crisis más duras que vivió, aún está dispuesto a pelear. En eso, Grondona también era igual.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/claudio-tapia-julio-grondona-el-juego-de-las-diferencias-y-la-regla-de-oro-que-rompio-chiqui-nid28122025/

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