Cinco años de cárcel para dos contrabandistas que abandonaron un avión en un campo
En menos de tres meses, la Justicia federal de Santa Fe cerró un ...
En menos de tres meses, la Justicia federal de Santa Fe cerró un caso que había generado atención en la región. Dos pilotos extranjeros fueron condenados a cinco años de prisión efectiva como coautores de los delitos de contrabando de importación agravado; conducción de una aeronave sin habilitación y con matrícula adulterada, y cruce clandestino de la frontera nacional, en concurso real.
La sentencia, dictada el 25 de agosto por el juez de Garantías de Rosario Eduardo Rodríguez da Cruz, también dispuso la inhabilitación de ambos para conducir aeronaves durante cuatro años a partir del cumplimiento de la pena.
Como parte de la resolución, el magistrado dispuso el decomiso de todos los bienes incautados: la avioneta utilizada para el cruce, 30.500 dólares, 6700 pesos argentinos, 450 pesos bolivianos, cargadores electrónicos, una antena satelital Starlink, dos teléfonos iPhone, un cargador de pistola calibre 9 milímetros con 15 proyectiles, siete bidones de combustible, bolsos de mano y un GPS Garmin.
En la audiencia, los acusados, Milton Carlos Arévalo Estrada -de 53 años, peruano y con residencia en Bolivia-, y Mikjail Zabala Rodríguez -de 31, boliviano, con residencia irregular en la Argentina-, reconocieron su responsabilidad y prestaron conformidad respecto de las imputaciones. La condena se homologó mediante un juicio abreviado, procedimiento contemplado en el Código Procesal Penal Federal vigente en Rosario desde mayo de 2024.
El aterrizaje ilegalSegún la imputación inicial, el pasado 3 de junio Arévalo y Zabala fueron detenidos cuando intentaban escapar, luego de haber ingresado ilegalmente al país en un Cessna 182 Skyline procedente de Bolivia, sin habilitación y con matrícula adulterada, evitando los controles aduaneros y utilizando rutas no autorizadas.
La aeronave fue abandonada en un campo de Estación Díaz, una pequeña localidad santafesina situada sobre la ruta provincial N°10, a poco más de 110 kilómetros de la capital provincial. En su interior, se hallaron US$ 30.500 que los pilotos del avión intentaban ingresar de forma clandestina a la Argentina.
La investigación estuvo a cargo del titular de la Unidad Fiscal Santa Fe, Gustavo Onel, con la colaboración del fiscal federal Gastón Theler.
Desde el inicio, la pesquisa descartó que los acusados transportaran estupefacientes -hipótesis que fue analizada, pero sin pruebas que la confirmaran- y se centró en demostrar el nivel de planificación y temeridad con el que actuaron.
“Las conductas pusieron en un riesgo concreto la seguridad en vuelo, la seguridad de terceros en la superficie y la seguridad del Estado”, advirtió la fiscalía en su acusación.
El eje probatorio se apoyó en los dispositivos electrónicos incautados a los pilotos. En el teléfono de Mikjail Zabala Rodríguez había conversaciones donde se coordinaban vuelos, puntos de aterrizaje, cargas y contactos logísticos, además de videos y fotos del interior de la cabina. En el de Milton Carlos Arévalo Estrada, en tanto, se encontraron mensajes grupales con coordenadas geográficas, imágenes satelitales e instrucciones precisas de la ruta que debían seguir.
El GPS de la aeronave fue otra pieza clave que permitió reconstruir el derrotero completo desde Bolivia hasta Santa Fe, con escalas intermedias en diversos sitios del territorio argentino. Se detectaron puntos georreferenciados creados manualmente con nombres como “Lora”, “Reco”, “Dormí”, “Deja/Dejada” y “Alter”, que -según los fiscales- remitían a acciones de recolección, descanso o descarga de mercancía.
La reconstrucción cronológica mostró que el 2 de junio el vuelo partió desde Bolivia, pasó por el punto “Lora” a las 13.20 y por “Reco” a las 14.45, y registró contacto en “Dormí” a las 17.55, en una zona cercana a Santa Victoria Este, Salta, lo que indicaría una posible parada nocturna.
Al día siguiente, 3 de junio, ingresó al espacio aéreo argentino a las 8.15, perdió señal en Chaco y la recuperó a las 12.59 en Santa Fe. Entre las 14.40 y las 16.25 volvió a interrumpirse, momento en que apareció el punto “Alter”, interpretado –en la causa- como una maniobra alternativa.
Minutos más tarde, a las 16.25, la señal reapareció en la zona de Arroyo del Medio, Buenos Aires, vinculada al punto “Deja/Dejada”, posiblemente una descarga en galpones rurales. Finalmente, a las 17.38, el dispositivo registró el descenso de altitud y velocidad que coincidió con el aterrizaje clandestino en Estación Díaz, donde los pilotos abandonaron la aeronave.
Para los fiscales Onel y Theler, la evidencia demostraba que los acusados actuaron en conjunto y con pleno dominio de los hechos. “Este punto se refuerza con el contenido de sus celulares y del GPS, de los cuales surgen conversaciones, coordenadas y puntos georreferenciados creados manualmente que aluden a una coordinación y planificación mancomunada. Resulta indicativo del dominio del hecho que tenían poder de disposición sobre la mercadería en el interior de la avioneta”, remarcaron en la audiencia.