Chaco: quiénes son los siete imputados en el juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski
RESISTENCIA, Chaco (De una enviada especial).– Nunca se supo cómo, cuándo, ni por qué. A Cecilia Strzyzowski la mataron el 2 de junio de 2023 en la casa de la calle Santa María de Oro 1460 de...
RESISTENCIA, Chaco (De una enviada especial).– Nunca se supo cómo, cuándo, ni por qué. A Cecilia Strzyzowski la mataron el 2 de junio de 2023 en la casa de la calle Santa María de Oro 1460 de esta ciudad. Ahí vivían Emerenciano Sena y Marcela Acuña, los poderosos piqueteros que construyeron su imperio aliados al gobernador Jorge Capitanich y cuyas caras hasta ese día estaban en las boletas de una de las listas colectoras que acompañarían al mandatario.
El cuerpo nunca apareció. Y la fiscalía tampoco pudo determinar el modo exacto en que fue asesinada. Creen que fue César Sena, su marido, a quien había conocido un año y medio antes. Y que lo pudo hacer gracias a la ayuda de sus padres que aportaron un “ambiente seguro y propicio”.
Los tres llegan al juicio acusados por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. César, en carácter de autor y, sus padres, como partícipes primarios. Tras un extenso proceso para seleccionar los jurados que deberán definir por una unanimidad la culpabilidad o inocencia de los imputados, las audiencias se trasladan hoy al Centro de Estudios Judiciales de Resistencia.
Hoy, se esperan las primeras declaraciones luego de los alegatos de apertura, en donde cada parte expondrá su teoría.
Durante estos dos años, los fiscales Juan Martín Bogado, Jorge Cáceres Olivera y Nelia Yael Velázquez tuvieron que reconstruir un expediente marcado por la ausencia del cuerpo y en el que la imputación al matrimonio Sena sufrió modificaciones. En un principio estuvieron imputados como coautores.
El Código Penal establece expresamente que están exentos de pena los padres que oculten las pruebas del crimen de su hijo cuando no hubo una promesa previa. Un riesgo político que nadie quiso asumir.
Además del clan Sena, están imputados sus colaboradores Fabiana Cecilia González, José Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Lucía Reinoso por el delito de encubrimiento agravado.
César Mario Alejandro Sena (21)Cuando conoció a Cecilia, por Tinder, se presentaba como Alejandro -su tercer nombre-, un arquitecto de 27 años. Algunos creían que estudiaba medicina y en su Facebook decía que estaba cursando ingeniería. Tenía 17 y nunca terminó el colegio.
Estuvieron casados cuatro días y se divorciaron. Para la Justicia, Cecilia estaba sometida a una "relación desigual de poder y de dependencia económica".
El rastro final de Cecilia fue el 2 de junio de 2023 después de las 9.15, cuando las cámaras registraron su última imagen con vida, entrando a la vivienda con él. Según testigos, Cecilia pensaba que estaban a punto de irse juntos a Ushuaia, pero lo cierto es que ese viaje era una mentira.
Aunque no se pudo determinar la causa de muerte debido a que el cuerpo nunca apareció, la fiscalía apunta a un acto violento que involucró el cuello de la víctima, posiblemente como resultado de una técnica de artes marciales o de estrangulamiento. Los intentos de defensa de Cecilia serían la explicación de los rasguños que quedaron registrados en una foto que se publicó en redes sociales y se viralizó días más tarde.
Además, no habría sido la primera vez. Cecilia había manifestado anteriormente a su psicóloga, María Eugenia Álvarez Piccili, que durante una discusión violenta, César la había sujetado del cuello.
“Qué pasa con el alma del ser querido que muere de forma violenta”, “Mente de asesino”, “Un asesino siente remordimiento”, googleó él los días posteriores a la muerte de Cecilia, cuando todavía la Justicia no lo investigaba por su desaparición.
En la causa está imputado por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género”. Nunca declaró, solo solicitó electrodomésticos básicos (anafe eléctrica, pava, equipo de frío, monitor) y poder charlar y ver a su madre.
El Ministerio Público Fiscal sostiene que el femicidio fue en la residencia familiar, y que no habría sido posible sin la “colaboración esencial y activa” de sus progenitores quienes se ausentaron de “manera deliberada” del hogar “creando un ambiente seguro y propicio” para que su hijo matara a Cecilia. Ambos están acusados por homicidio doblemente agravado en carácter de partícipe primario.
Marcela Verónica Acuña (53)Lleva la cara de su hijo tatuada en su brazo y dice que César es “el significante y el significado” de su vida y la de Emerenciano, su marido.
De 53 años, es abogada, hija de un abogado militante de izquierda que estuvo preso durante la dictadura. La relación con Sena empezó siendo clandestina porque la familia de ella no lo aceptaba a él, que era albañil.
En un principio declaró haber visto “un bulto” en su casa el día de la desaparición de Cecilia y que creía que se trataba de un cuerpo. Luego negó “absolutamente” todo lo que dijo, alegando presión y mediatización.
Después de la desaparición de Cecilia, siguió su vida con total normalidad y hasta encabezó una revuelta en la comisaría cuando empezó la investigación por la desaparición y su hijo fue citado a declarar. También, según figura en el expediente judicial, coordinó para hacer desaparecer muebles manchados con sangre de Cecilia.
Ya detenida empezó una huelga de hambre y presentó recursos y hábeas corpus reclamando su liberación y la de su marido y empezó a hablar de una persecución política.
Emerenciano Sena (61)Padre de César y marido de Acuña, es el líder político del clan y el hombre con quien tenía un vínculo estrecho el exgobernador Jorge Capitanich, que no solo compartió decenas de actos políticos y boleta electoral con él, sino que también fue padrino de la boda entre Sena y Acuña, y prologó un libro sobre la vida de Emerenciano escrito por la mujer del piquetero.
Además, fue durante el gobierno de Capitanich que Emerenciano logró ser declarado propietario, a título personal, de las tierras de Campo Rossi, donde después montaría su chanchería y donde, según los investigadores, quemaron el cuerpo de Cecilia.
Reclamó en varias oportunidades asistencia médica ya que tanto él como su mujer iban a morir en sus celdas por el trato recibido. Habla de un “complot” de la Fiscalía y el Instituto Médico Forense. Afirmó ser “absolutamente inocente” y pidió su libertad porque “en la causa no hay ni una prueba en mi contra, y es de conocimiento que a un padre no se lo puede condenar por lo que supuestamente hizo su hijo”.
Después del homicidio, según consta en el expediente ambos se comunicaron con sus “manos derechas” Fabiana González y Gustavo Obregón, para eliminar las evidencias.
Fabiana González (38) y Gustavo Obregón (44)Obregón fue quien más colaboró con la Justicia: confesó ante los fiscales haber ayudado para descartar el cuerpo de Cecilia. Detalló cómo él y César cargaron un bulto pesado envuelto en una frazada en la camioneta Toyota Hilux blanca de César para dirigirse a Campo Rossi, la chanchería de los Sena, a unos 25 kilómetros de Resistencia, en donde habrían quemado el cuerpo.
“Yo lo ayudé a cargarlo, porque César era como mi jefe; el orden de jerarquía era primero Emerenciano, después la señora Marcela Acuña y después César”, dijo en su primera declaración. Días después, indicó que ayudó a Cesar a recoger cenizas con una pala y precisó que vio algunos “huesos chiquitos”.
Es una persona de máxima confianza del clan piquetero, que entre sus múltiples tareas oficiaba de chofer de César Sena, que recibía un trato de extrema protección de parte de sus padres.
Su mujer, González también era colaboradora íntima de la familia. Según señaló, entró a esa casa a las 17.12 del 2 de junio de 2023, en moto. Poco después salió, se subió al Citroën C4 y se agarró la cabeza. Después de hablar con Obregón, a las 17.35 se fue.
Según la reconstrucción del caso, siguiendo órdenes de Acuña, se presentó en distintas ocasiones en la residencia familiar para limpiar áreas específicas y gestionar la donación y traslado de una cama y un colchón manchados con sangre de Cecilia.
Gustavo Melgarejo (31) y Griselda Lucía Reinoso (44)Gustavo Melgarejo era el casero del campo de la familia Sena y fue detenido junto a su pareja, Griselda Reinoso. Durante la rueda de indagatorias, fue uno de los que accedió a declarar. Aseguró que vio a Cecilia con vida, amordazada, en la cabina de una camioneta en una zona rural que está a unos 15 kilómetros del campo de sus patrones. Con el tiempo, su versión fue perdiendo verosimilitud.
Se los acusa de haber avivando el fuego para la incineración de los restos. De acuerdo a los expertos forenses que intervinieron en la investigación, por el estado de los huesos encontrados a orillas del Río Tragadero, debieron estar expuestos al fuego activo durante un mínimo de 6 horas y un máximo de 14. Los fiscales creen entonces que César y Obregón iniciaron el fuego y recibieron ayuda de Melgarejo y Reinoso para mantenerlo encendido, ya que vivían en el campo y eran dependientes de la familia Sena.
 
 