Cambios en el INET: el futuro del instituto fundado hace 89 años que preserva la memoria del teatro argentino
Las consecuencias del decreto presidencial 345/25, cuyo eje central afecta al ...
Las consecuencias del decreto presidencial 345/25, cuyo eje central afecta al Instituto Nacional del Teatro y a la Conabip, fue rechazado en Diputados y espera su discusión en el Senado. Pero sus ecos y sus consecuencias operativas continúan su marcha. Valiéndose en dicha norma y de la 346/25, el primer día de este mes se publicó una resolución en el Boletín Oficial que se refiere a “la fusión, transformación y disolución de distintos organismos dependientes y actuantes en la órbita de la Secretaría de Cultura”, que depende Leo Cifelli.
En un anexo dedicado a erogaciones se menciona al Instituto Nacional de Estudios de Teatro (INET) que, hasta ese momento, dependía de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural que preside Liliana Barela. Pero a partir del decreto 531/2025, el instituto ubicado en la esquina del edificio del Teatro Nacional Cervantes (TNC) cuyo objetivo es el estudio y la difusión del patrimonio teatral pasó a depender del Cervantes, que preside el director y dramaturgo Gonzalo Demaría. Según diversas fuentes, tanto en el INET como en el Cervantes del cambio se enteraron por el Boletín Oficial. Naturalmente, la noticia despertó la lógica incertidumbre entre los trabajadores del INET que entra en diálogo con la situación en otros organismos de cultura que están atravesando profundas modificaciones en sus estructuras internas. Ante la consulta de LA NACION, desde la Secretaría que preside Cifelli aseguran que el INET “regresa al Cervantes como fue en su creación, que no muda sus oficinas y que el personal pasará al TNC al igual que su patrimonio”. Desde el organismo informan que Laura Mogliani, la actual directora del INET, seguirá estando a cargo del organismo en el cual trabajan otros 8 especialistas.
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Como menos visibilidad que otros organismos estatales vinculados con la actividad escénica, la misma página del Instituto Nacional de Estudios de Teatro que funciona en el edificio del Cervantes explica tanto sus objetivos como su propia historia. Se creó en 1936 junto al Teatro Nacional de Comedia, actual TNC. Ambas instituciones compartieron la dirección de Antonio Cunill Cabanellas. Como director de la Comedia esta figura clave de la escena estuvo a cargo de un grupo de notables figuras del teatro como Iris Marga, Eva Franco, Niní Gambier, Luisa Vehil, Francisco Petrone, Guillermo Battaglia, Ángel Magaña, Santiago Gómez Cou y siguen los nombres. En paralelo, Cunill Cabanellas inauguró un Museo de Teatro en el ala derecha del hall de ingreso al Cervantes, y sentó las bases del Archivo Teatral y de la Biblioteca del Instituto.
Desde ese momento, el INET llevó adelante una intensa labor de estudio y divulgación de la historia del teatro nacional. Para cumplir con esas metas, se fue ampliando su biblioteca y el archivo de arte dramático con aportes, por ejemplo, de las donaciones del archivo del Teatro Payró como del gestor cultural Kive Staif. En todos estos años, en el subsuelo del INET se vienen organizando ciclos de conferencias, visitas guiadas, muestras, concursos, mesas redondas, presentaciones de libros y varias tareas colaterales. En algún momento, gestionaron la sala Trinidad Guevara, el espacio que la gestión actual quiere convertir en bar/café. Abierto al público todos los días, cualquiera puede visitar esa memoria viva del movimiento teatral en un mapa de situación en que los organismos públicos de Cultura suelen tener escasa vocación de preservar aún lo que, en algunos casos, ellos mismos han producido.
En estos casi 90 años de vida pasaron por su dirección figuras como Edmundo Guibourg, Osvaldo Bonet, Néstor Suárez Aboy y Osvaldo Calatayud, entre otros. Desde 2018, la directora del INET es Laura Mogliani, Doctora en Historia y Teoría de las Artes de la Facultad de Filosofía y Letras; y Licenciada en Artes Combinadas , ambos títulos otorgados por la UBA.
El vínculo con el Cervantes fue variando según su director o directora de turno. En la actualidad, el espectáculo La revista del Cervantes que se está presentando en la sala principal es un claro testimonio del diálogo entre las dos instituciones. Tanto que en uno de sus salones se exhibe parte del valioso material que pertenece al Instituto Nacional de Estudios Teatrales y que fue clave en la investigación sobre la revista porteña entre 1890-1930 escrita por Gonzalo Demaría que fue publicada por el Instituto Nacional del Teatro (cuando dicho organismo editaba varios materiales de este tipo a lo largo del año).
Que a partir de ahora el INET vuelva a depender del Cervantes también tiene que ver con el nuevo perfil de la única sala que depende de la Secretaría de Cultura. Las nuevas directivas Cultura han reformulado lo establecido para la sala en 1996. Desde ahora, el TNC tendrá también como objetivo “preservar, promover y difundir el arte y la técnica del género teatral” y “promover investigaciones especializadas en la historia del teatro argentino, sus hacedores e intérpretes y efectuar publicaciones al respecto”.
Algo de esto último ya sucedió este año. La Secretaría de Cultura publicó el libro “La Revista Porteña 1890-1930”, escrito por el mismo director del Cervantes, a partir del espectáculo que dirige Pablo Maritano. Claro que el mismo, como ya sucedió en el momento del festejo del Centenario del Teatro Cervantes, tuvo una circulación cerrada para un círculo muy reducido. Se está distribuyendo a algunas bibliotecas sin que, por el momento, exista una versión digital para que esté al alcance de todos.
Con la fusión el material de archivo del propio Cervantes seguramente se sumará al variado archivo del INET que incluye fotografías, manuscritos, programas de mano, afiches, partituras y guiones que se preservan el organismo que está por festejar sus 90 años de vida.