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Beto Cuevas celebró su cumpleaños con una noche plena de hits y un sentido tributo a Gustavo Cerati

Parece ser que el tiempo en que se mantuvo alejado de la escena musical con el objeto de descansar y realizar un necesario balance, además de poder observar las cosas con mayor detenimiento, más ...

Beto Cuevas celebró su cumpleaños con una noche plena de hits y un sentido tributo a Gustavo Cerati

Parece ser que el tiempo en que se mantuvo alejado de la escena musical con el objeto de descansar y realizar un necesario balance, además de poder observar las cosas con mayor detenimiento, más ...

Parece ser que el tiempo en que se mantuvo alejado de la escena musical con el objeto de descansar y realizar un necesario balance, además de poder observar las cosas con mayor detenimiento, más calma y desde otra perspectiva, no solo le ha funcionado a la perfección sino que jugó absolutamente a su favor.

Disfrutando de un presente por demás alentador y que lo tiene como protagonista de una extensa y auspiciosa gira latinoamericana, Beto Cuevas, que de él se trata, se encuentra presentando Beto Cuevas Acústico, el álbum con el que rinde tributo al exitoso MTV Unplugged registrado junto a La Ley en 2001 y que consolidó  definitivamente a la ya disuelta banda chilena en el plano internacional.  

Lejos de un espíritu nostálgico (sensación que de todos modos por momentos resultó inevitable) y sin intenciones de recurrir a un mero ejercicio revisionista o de simple retrospectiva, el artista trasandino decidió apoyarse en ese reconocido y probado repertorio a modo de plataforma de despegue desde la cual poder tomar impulso y lanzarse así con renovadas fuerzas hacia delante, sumando otros temas del grupo que lo supo contar como vocalista, algunas composiciones de su etapa en solitario, amén de un estreno y sorpresas varias.

Todo esto fue lo que Beto Cuevas desplegó en la noche del viernes sobre el escenario del Teatro Ópera durante la primera de las dos funciones previstas en Buenos Aires y en la que aprovechó además para festejar su cumpleaños junto a sus fans locales y con la correspondiente torta.

Frente a una audiencia que aguardaba con ansias y desde hacía varios años este reencuentro, y acompañado por una sobria puesta en escena basada simplemente en un amplio telón negro de fondo sumado a un atractivo diseño lumínico, el celebrado cantautor residente en Los Ángeles edificó un espectáculo de variados climas, dueño de una intensa dosis de magnetismo y en donde el foco estuvo puesto estrictamente en lo musical, evitando distraer la atención con trucos o efectos especiales.

“La mitad” -perteneciente a Colateral, su álbum solista de 2019-, “Día cero” y “Vuelvo” -de Miedo escénico (2008)– dieron el puntapié inicial a la velada y de inmediato el público se plegó a una propuesta que fue levantando temperatura a través de “Paraíso” e “Intenta amar” con sus delicados arreglos para violín y cello.   

Formalidad

Si bien en alguno de sus tramos el show destiló tanto una cierta solemnidad como también un estricto perfil formal muy propios del formato acústico, bien vale decir que en algunos pasajes la tonalidad íntima y apacible que a priori podría haber dominado al concierto en su totalidad pronto se vio quebrada y hasta incluso sacudida por la actitud y la impronta rockera de su actor principal. En efecto, un Beto Cuevas de riguroso negro, más gafas y sombrero al tono, hipnotizó a la audiencia con sus movimientos enérgicos, su enorme expresividad acentuando cada palabra mediante gestos y sobre todo con un registro vocal claro, firme y portador de una carga dramática que por momentos remite al propio Mark Hollis, el malogrado líder de Talk Talk. Esto último quedó evidenciado en temas como “Aquí”, “Al final” y particularmente en “Prisioneros de la piel” y “Tejedores de ilusión”, sendos hits de los primeros años de La Ley.

Sin dudas lo que también influyó sobremanera en el desarrollo tan oscilante del concierto fue la versatilidad y elasticidad de su banda de apoyo. Carlos Figueroa (batería), Charly Rey (guitarra), Mario Cáceres (bajo) y Claudio Espíndola (teclados), junto al ya citado dúo de cuerdas, se desempeñaron con justeza y precisión tanto en los senderos más amables y sensibles como en los de mayor potencia y aspereza. Sin embargo, cabe destacar la labor de Javiera Flores, una joven y ascendente cantante trasandina (ganadora de La Voz Chile en 2016) quien además de encargarse de los coros fue la cautivante voz que se acopló a Beto en “Todo es perfecto” (el exquisito estreno compuesto en tiempos de pandemia), en los sones abolerados de “Mentira” y en una profunda y desgarradora interpretación de “Creep”, el clásico de Radiohead, que generó una cerrada ovación de parte del público.

Aunque más allá de esta cita particular a la banda británica capitaneada por Thom Yorke, la sorpresa fue mayor cuando Cuevas desgranó un fragmento de “Enjoy the Silence” (Depeche Mode) seguido de un sentido homenaje a Gustavo Cerati a través de una bienvenida, respetuosa y emotiva versión de “Vuelta por el universo”, la pieza creada por el exvocalista y guitarrista de Soda Stereo junto con Daniel Melero para Colores santos, su álbum en colaboración, lanzado en 1992.      

Relatos de amor y desamor intercalados con observaciones, pensamientos y reflexiones sobre diversos comportamientos humanos, tanto sociales como individuales, y una mirada crítica hacia la sociedad de consumo se sucedieron en canciones tales como “Hombre”, “Animal”, “Fuera de mí” (con la compañía de miles de celulares iluminando cada rincón de la sala), “Háblame” y las contundentes y certeras “Cielo market” y “Delirando”. 

Frente a una audiencia totalmente entregada y luciendo ahora un pantalón y un saco de furiosos tonos rojizos, Beto Cuevas encaró el tramo final del concierto con Carlos Figueroa al mando de un cajón peruano y Javiera Flores en voces para regalar una relectura un tanto ralentizada de “El duelo”, el melodrama de corte tauromáquico que se transformó en el mayor éxito de La Ley y que el público coreó a viva voz antes de despedirse con la oscura e intrigante seducción de “The corridor”.

Fresca, renovada y visiblemente revitalizada. Así se mostró la versión 2025 de un Beto Cuevas que no sólo retomó su carrera con este proyecto acústico sino que, como  le adelantó a LA NACION en julio último, ya tiene en carpeta un nuevo álbum para el próximo año que marcará un quiebre con su presente y al que definió como “de rock puro, muy guitarrero y a la vez filosófico y reflexivo”. Pero eso será en un futuro cercano. Por ahora, el público que se acercó al Ópera disfrutó del reencuentro con su artista favorito y de un show de alto nivel. Y eso es más que suficiente.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/beto-cuevas-celebro-su-cumpleanos-con-una-noche-plena-de-hits-y-un-sentido-tributo-a-gustavo-cerati-nid13092025/

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