Beso de tres: buenas intenciones y protagonistas carismáticos en una trama llena de giros telenovelescos
Beso de tres (The Threesome, EE.UU. / 2025). Dirección: Chad Hartigan. Guion: Ethan Ogilby. Fotografía: Sing Howe Yam. Edición: Autumn Dea. Elenco: Zoey Deutch, Jonah Hauer-King, Ruby Cruz, Jabo...
Beso de tres (The Threesome, EE.UU. / 2025). Dirección: Chad Hartigan. Guion: Ethan Ogilby. Fotografía: Sing Howe Yam. Edición: Autumn Dea. Elenco: Zoey Deutch, Jonah Hauer-King, Ruby Cruz, Jaboukie Young-White, Josh Segarra, Julia Sweeney. Calificación: Apta para mayores de 13 años. Distribuidora: BF Paris. Duración: 111 minutos. Nuestra opinión: regular.
Beso de tres sufre de una especie de disforia cinematográfica: cree, o quiere ser, un tipo de película, pero termina siendo una muy distinta. Demasiado melodramática para ser una comedia romántica divertida; con poco vuelo para ser un reflexivo estudio generacional.
La película de Chad Hartigan tiene las mejores intenciones y mucha ambición en su propuesta, desde lo temático. Quiere ser divertida, quiere emocionar, quiere decir algo sobre las relaciones amorosas de los jóvenes en la actualidad. Pero esas intenciones quedan presas de un tono indeciso, que se podría adivinar es producto de un cortocircuito entre el guion y las decisiones de puesta en escena y montaje.
Hay algún atisbo de provocación en el comienzo de Beso de tres, que luego desaparece al seguir un desarrollo de lo más convencional. El título original, que se traduce como “El trío” en el sentido sexual del término, y el póster que muestra las caras de los tres atractivos protagonistas muy juntas, promociona una película más jugada que la típica comedia romántica de Hollywood. Esa intención dura apenas un par de escenas, hasta que desaparece dentro de una trama llena de giros de tal calibre, que le suben la apuesta a cualquier libreto de telenovela clásica.
Desde el comienzo queda claro que Connor (Jonah Hauer-King) está perdidamente enamorado de Olivia (Zoey Deutch), una excompañera de trabajo, cuyo interés en él es difícil de descifrar. Cuando la va a visitar al restaurante donde ella trabaja junto con el mejor amigo de él, Connor termina charlando con Jenny (Ruby Cruz), una chica a la que dejaron plantada en un cita. En parte para poner celoso a su amante, que está en el restaurante con su esposa, y también por celos propios de no ser el centro de atención de Connor, Olivia se mete en la charla y los tres terminan yendo a bailar, y luego a la casa de él, donde tiene lugar el encuentro sexual de a tres que anuncia el título del film.
A partir de entonces, todo lo que pasa entra en el terreno del spoiler, por lo cual es mejor evitarlo. Basta con decir que ese primer atisbo de explorar con humor cómo viven el amor y la sexualidad los jóvenes de esta época es reemplazado por una narrativa bastante dramática, que quiere sorprender con giros que se vieron mil veces. Abandona el carril alternativo para terminar en uno mucho más tradicional.
La indecisión del tono, en una variación en la que el humor solo funciona a veces, es tan pronunciada como los giros de la trama. La película quiere ser actual en su mirada y consigue algunos buenos momentos, en especial, en cómo reconfigura la relación entre las dos mujeres, que en una historia tradicional serían rivales.
Por otro lado, el guion de Ethan Ogilby parece ser una fantasía masculina, que deja a las protagonistas femeninas sin una definición más completa, mientras el protagonista es presentado de una forma bastante virtuosa. Connor, a pesar de todos sus defectos, tiene la sensibilidad propia de una nueva generación de hombres y una conducta no tan tóxica.
Sin mucha originalidad en la puesta en escena, el mayor valor de Beso de tres son sus protagonistas. El carisma de Deutch ya es conocido y logra apoderarse de la pantalla, aun cuando tiene que trabajar con un personaje que es más bien un boceto. Hauer-King le agrega encanto a su personaje, como para suplir los problemas a los que lo enfrenta la trama, mientras que Cruz demuestra una naturalidad en la interpretación y una capacidad para generar empatía que elevan un papel un tanto desdichado.