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Avatar está de vuelta con otra experiencia visual deslumbrante, para ver sí o sí en el cine

Avatar: fuego y cenizas (Avatar: Fire and Ash, Estados Unidos/2025). Dirección: James Cameron. Guión: James Cameron, Rick Jaffa y Amanda Silver. Fotografía: Russell Carpenter. Música: Simon Fra...

Avatar está de vuelta con otra experiencia visual deslumbrante, para ver sí o sí en el cine

Avatar: fuego y cenizas (Avatar: Fire and Ash, Estados Unidos/2025). Dirección: James Cameron. Guión: James Cameron, Rick Jaffa y Amanda Silver. Fotografía: Russell Carpenter. Música: Simon Fra...

Avatar: fuego y cenizas (Avatar: Fire and Ash, Estados Unidos/2025). Dirección: James Cameron. Guión: James Cameron, Rick Jaffa y Amanda Silver. Fotografía: Russell Carpenter. Música: Simon Franglen. Edición: David Brenner, James Cameron, Nicolas De Toth, Jason Gaudio, John Refoua y Stephen Rivkin. Elenco: Sam Worthington, Zoe Saldaña, Sigourney Weaver, Oona Chaplin, Stephen Lang, Kate Winslet, Jack Champion. Duración: 197 minutos. Distribuidora: Buena Vista. Calificación: solo apta para mayores de 13 años. Nuestra opinión: muy buena.

El estreno de la tercera entrega de Avatar puede leerse también como una respuesta al anunciado acuerdo entre Netflix y Warner. El nuevo capítulo de la aventura a la que James Cameron parece dispuesto a dedicar el resto de su vida artística activa (aunque en las últimas horas el realizador de 71 años dijo que tenía “otras historias que contar”) es la mejor invitación posible de los últimos tiempos a ver cine en el cine.

Las tres horas y 17 minutos de Avatar: fuego y cenizas pueden resultar por momentos repetitivos y hasta agotadores, pero al final se convierten en definitiva, por encima de cualquier reparo, una experiencia visual extraordinaria.

Cameron, que estrenó la primera parte de Avatar en 2009 y la segunda (El camino del agua) en 2022, más de una vez reconoció su intención de adaptar la continuidad de este monumental relato a la evolución de las herramientas digitales puestas al servicio de la narración audiovisual. En este sentido, cada nueva fase de Avatar supera a la anterior.

Todo resulta cada vez más nítido, preciso y deslumbrante, perfeccionado hasta extremos casi inverosímiles en cada detalle. El espectador acostumbrado a acompañar desde el cine todo este increíble progreso tecnológico notará al ver Avatar 3 que la imagen en 3D se presenta ante nuestros ojos con una elaboración tan delicada en materia de texturas, fondos y movimientos que todo lo anterior nos parece de otra época, mucho más primitiva. Lo mismo puede decirse de la técnica de captura de movimiento que transforma a la inmensa mayoría de los actores de carne y hueso en sus versiones virtuales, con poquísimas excepciones.

Impacto decisivo

Toda esta obsesiva, meticulosa e innovadora búsqueda ejerce por supuesto un impacto decisivo en la narración. Fuego y cenizas tiene sus particularidades (este capítulo se apoya sobre todo en cuestiones familiares y sobre todo en la resiliencia de los Sully, Jake y Neytiri, tras el duelo por la trágica pérdida del hijo mayor, Neteyam) pero en el fondo este tercer acto muestra un freno argumental muy elocuente. No hace más que corregir y aumentar las mismas tensiones que definieron la trama de El camino del agua.

De hecho, aunque el episodio recién llegado nos introduzca en el mundo de los temibles Mangkwan (el llamado Pueblo de las Cenizas) y de su líder, la hechicera Varang, el agua no deja en ningún momento de dominar la situación.

La poderosa fauna submarina encabezada por un grupo de ballenas inteligentes (llamadas Tulkun) sigue dominando la historia y lo hace especialmente en la extraordinaria hora y media final, cuando Cameron deja atrás todas las especulaciones (entre didácticas y banales) propias de su conocido activismo en favor de la espiritualidad y el cuidado del planeta para regresar a un terreno en el que nadie lo supera.

El director de Terminator es el mejor narrador de escenas de acción que tiene el cine contemporáneo. Y la extraordinaria crónica visual de la gran batalla que cierra este tercer capítulo vuelve a demostrarlo. Todo se entiende, cada movimiento cobra sentido y tiene el espesor necesario, nada es ocioso ni necesita ser explicado más que con el movimiento y la decisión correcta.

Aunque ya hayamos visto antes buena parte de lo que se cuenta aquí, el desenlace de Fuego y cenizas es inmensamente disfrutable y, de paso, le otorga un nuevo significado a un personaje clave, Spider (o Monkey Boy), el adolescente humano que encuentra cada vez más razones para integrarse a la comunidad Na’Vi del planeta Pandora.

Habrá que esperar hasta Avatar 4 (¿en 2029?) para encontrar algún giro argumental novedoso. Mientras tanto, Cameron nos sigue contando la misma historia para que la veamos en el cine con un asombro imposible de experimentar en cualquier dispositivo hogareño o versión en streaming. No hay manera de igualar (ni tiene sentido hacerlo) ambas cosas.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/cine/avatar-esta-de-vuelta-con-otra-experiencia-visual-deslumbrante-para-ver-si-o-si-en-el-cine-nid18122025/

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