Generales Escuchar artículo

Armas nucleares, fuente de tensión geopolítica

La guerra de los 12 días entre Israel e Irán ha dejado en evidencia que las cuestiones relativas a la proliferación de las armas nucleares y sus sistemas de lanzamiento son fuente de tensiones g...

Armas nucleares, fuente de tensión geopolítica

La guerra de los 12 días entre Israel e Irán ha dejado en evidencia que las cuestiones relativas a la proliferación de las armas nucleares y sus sistemas de lanzamiento son fuente de tensiones g...

La guerra de los 12 días entre Israel e Irán ha dejado en evidencia que las cuestiones relativas a la proliferación de las armas nucleares y sus sistemas de lanzamiento son fuente de tensiones geopolíticas al generar nuevas vulnerabilidades y amenazas existenciales. Al mismo tiempo ha subrayado que al ser símbolos de poder, influencia y disuasión integran una agenda diplomática sensible con una dinámica propia que puede provocar enfrentamientos con graves consecuencias militares regionales y globales. El sudeste asiático y Medio Oriente son los ejemplos más recientes.

Esto acentúa la relevancia del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) y el papel del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) como pilares del esfuerzo global para prevenir el desarrollo de armas nucleares. El TNP establece el marco legal de las obligaciones de los Estados en materia de no proliferación: el OIEA suministra los medios técnicos para verificar el cumplimiento de esas obligaciones de forma que el material y la tecnología nuclear sean usados exclusivamente para fines pacíficos.

De acuerdo con el artículo III del TNP, el OIEA desempeña una función indispensable con “miras a impedir que la energía nuclear se desvíe de usos pacíficos hacia armas u otros dispositivos nucleares explosivos”. Las salvaguardias del OIEA ayudan a detectar de manera temprana actividades ilícitas de materiales e instalaciones nucleares hacia usos militares. Al mismo tiempo, el monitoreo multilateral en general se lleva a cabo sin obstaculizar el desarrollo científico o tecnológico ni la cooperación internacional en las actividades nucleares con fines pacíficos,

Un instrumento que contribuye a disminuir amenazas proliferantes es el Protocolo Adicional (PA) al Sistema de Salvaguardias, que ha mejorado la capacidad del OIEA de detectar materiales y actividades no declaradas a través de un acceso más amplio a la información y a los sitios nucleares de los países parte, lo que permite una verificación más efectiva y contribuye a advertir actividades clandestinas. Al tratarse el PA de un acuerdo voluntario, no es aún de aplicación universal y esa limitación jurídica en muchos casos entorpece el papel de los inspectores del OIEA.

De hecho, ese factor ha debilitado la tarea de verificación y monitoreo del OIEA, como ha quedado demostrado en comportamientos contrarios al TNP por parte de Irak, Libia y Siria, y en los desarrollos ilegales de armas nucleares de Corea del Norte (ninguno había ratificado el PA). También ha incidido en las lagunas del OIEA ante las practicas proliferantes de Irán. Desde 2021 el OIEA no ha podido seguir aplicando el PA por la negativa de Teherán a cooperar con el organismo, lo que restringió de manera sustantiva el acceso a instalaciones y laboratorios nucleares y afectó gravemente la capacidad del OIEA de detectar con precisión las actividades nucleares clandestinas iraníes en materia de uranio enriquecido.

Para subsanar esos inconvenientes, el OIEA ha instado a todos los Estados a ser parte del PA; algunos como Australia incluso han sugerido que fuera mandatorio para los países miembros de las Naciones Unidas. Hasta ahora la Argentina ha señalado la intención de adherir al PA cuando Brasil esté en condiciones de hacerlo ya que ambos cuentan con un sistema de control reciproco que es previo al PA. La Agencia Brasileño Argentina de Control y Contabilidad de Materiales Nucleares (Abacc), con sólida credibilidad técnica en la que interviene el OIEA, ofrece un marco de garantías sobre el uso pacífico de la energía nuclear.

Para reducir los peligros de nuevas intenciones proliferantes en un escenario estratégico cada vez más incierto, sería oportuno contribuir a fortalecer el papel del OIEA en particular ante el riesgo de que la próxima Conferencia de Examen del TNP en 2026 sea epicentro de fuertes diferencias diplomáticas. Sobre esta base sería estimulante que la Argentina y Brasil, que encaran un modelo único de confianza mutua nuclear, asuman el liderazgo de impulsar un proceso más asertivo del sistema de salvaguardias del OIEA en beneficio de la paz y la seguridad internacional.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/opinion/fortalecer-el-papel-del-oiea-nid30062025/

Volver arriba