Análisis. Las razones detrás del recambio más profundo de Milei en el corazón del poder
El presidente Javier Milei repitió varias veces en la semana que no tenía apuro en hacer cambios en el Gabinete. Pero la presión interna y externa fue mayor y llevó a la renuncia de la que es, ...
El presidente Javier Milei repitió varias veces en la semana que no tenía apuro en hacer cambios en el Gabinete. Pero la presión interna y externa fue mayor y llevó a la renuncia de la que es, probablemente, la figura más valorada del equipo ministerial: Guillermo Francos. Es una baja clave la de quien se había ganado la confianza de gobernadores, empresarios y el mundo diplomático. Era la cara amable y racional de un Gobierno que se caracteriza por los excesos. Uno de los más experimentados en un equipo con muchos bolsones de inexperiencia, con una mirada que podía tener cierta independencia respecto de la opinión de su propio jefe.
Francos no pudo resistir la tenaza de la disputa superior del poder, la que tiene enfrentados a Karina Milei y a Santiago Caputo. Estaba cansado de lo que consideraba “operaciones” de parte del asesor presidencial, y varias veces se había quejado por haber sido desautorizado en público.
El fin de semana pasado había pedido reunirse con Milei, pero el encuentro no se concretó. Ayer volvió a reclamar un diálogo, cuando veía que se quedaba sin margen. Paradojas del destino: había sido el gestor de la última reunión del Presidente con Mauricio Macri, y anoche su renuncia se difundió mientras volvían a verse en Olivos. También un día después de haber promovido la reunión con los gobernadores.
El recambio de anoche pareció un pase a efectivo del triunfo electoral del domingo, donde Karina Milei fue la gran ganadora por ser la arquitecta de la estrategia de La Libertad Avanza. Manuel Adorni es un incondicional suyo, que en vez de asumir como legislador porteño pasará a coordinar la gestión diaria. Eso parecería ser una señal de empoderamiento real de “El jefe”. Adorni actuará inevitablemente como un ejecutor fiel de los hermanos Milei, sin la autonomía que solía demostrar Francos.
Sin embargo, ayer se produjo también la salida del ministro del Interior, Lisandro Catalán, un hombre de extrema confianza de Francos. Efecto dominó. Esa vacante abre la puerta para el desembarco formal de Santiago Caputo en el Gabinete, en un rol que algunos imaginan como un megaministerio que absorba la cartera política vacante, pero también áreas de obras públicas y transporte.
Su rol principal sería la interlocución política con los gobernadores, y por eso le asignarían segmentos del Ministerio de Economía que serían parte de las negociaciones con los mandatarios. Las obras públicas y las rutas son dos de las demandas constantes desde el interior.
Si efectivamente se concreta la llegada de Caputo, Javier Milei habrá optado por un nuevo diseño del poder, pero sin terminar de definir totalmente la interna que tanto había desgastado la gestión de Gobierno.
Dejaría a Adorni, que es Karina, al lado de Caputo, y sin la tarea de amortiguación que realizaba Francos. Demostraría que Milei no quiso zanjar en forma definitiva la puja entre quien considera su mayor respaldo emocional y quien ejerce una fuerte influencia intelectual.
Para algunos, puede ser el huevo de la serpiente de futuros conflictos, pero por el momento le sirve al Presidente para demostrar una reacción frente a la demanda general que se resumía en la frase de un alto funcionario: “Así como estaba la interna era imposible seguir gobernando”.