A una semana de la operación por apendicitis, Cristina Kirchner seguirá internada y con dieta líquida
Una semana después de ser sometida a una ...
Una semana después de ser sometida a una cirugía por apendicitis, la expresidenta Cristina Kirchner permanecerá internada en el Sanatorio Otamendi, con antiobióticos endovenosos y dieta líquida.
Así lo informó este viernes un nuevo parte médico, que confirmó la persistencia de un cuadro de “ileo posoperatorio”, que es una complicación intestinal posterior a la intervención quirúrgica.
El ileo es la parálisis transitoria de la función intestinal luego de una intervención quirúrgica.
“Informamos que la Dra. Cristina Fernández de Kirchner continúa su evolución del cuadro de apendicitis aguda con peritonitis localizada”, se comunica en el parte difundido este viernes por la tarde.
“La paciente presenta íleo posoperatorio. Se mantiene con drenaje peritoneal y tratamiento antibiótico endovenoso”, se aclara luego.
Así, la directora médica del establecimiento, Marina Lanfranconi, expresó que Cristina Kirchner continuará “con dieta líquida, sin poder progresar hasta el momento de sólidos”.
“Por el momento, se mantiene la indicación de internación hasta la recuperación del estado íleo”, concluye el parte.
Si bien hasta el martes se señalaba que la titular del PJ transitaba “una evolución dentro de los parámetros esperables”, con el correr de los días los partes confirmaron que la recuperación de Cristina Kirchner se demoraría.
Desde el sábado pasado, Cristina se encuentra internada luego de haber sido trasladada al centro de salud por un cuadro de dolor abdominal, que derivó en una cirugía de apendicitis con peritonitis localizada.
La expresidenta primero fue asistida en su departamento del barrio de Constitución, donde cumple con su prisión domiciliaria por la causa Vialidad, y después trasladada al centro de salud, donde ya había sido intervenida quirúrgicamente con una histerectomía en 2021. Hasta el sábado, era la última operación a la que había sido sometida.
Previo a ello, Cristina Kirchner había afrontado otras intervenciones por problemas de salud. Cuando estaba al frente de la Casa Rosada, en 2012, se sometió a una operación en la que le extirparon un tumor de la glándula tiroides, que se hizo en el Hospital Universitario Austral de Pilar.
Un año después, le removieron una colección subdural crónica en la cabeza, en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro. A ello se le suman otras internaciones en por patologías varias, pero de menor gravedad.
La internación de Cristina Kirchner suscitó todo tipo de reacciones dentro del arco político peronista, incluso algunos grupos de militantes allegados a la exmandataria se congregaron en el ingreso al sanatorio con carteles de apoyo.